El peor momento de Zubizarreta

El del fútbol es un mundo desagradecido. Poco importan las alabanzas o los logros de ayer si hoy no consigues ganar. Una situación tensa que está atravesando el Olympique de Marsella de Andoni Zubizarreta. ‘Les Olympiens’ están cuajando una de las temporadas más decepcionantes entre los grandes clubes de Europa, precisamente, en el año en que de ellos se esperaba un paso adelante.

Un escenario nada utópico para un equipo que había regresado tras 15 años a una final europea, ostentaba a varios valores del fútbol nacional y se consagraba en la élite doméstica a la sombra del PSG. Así lo vio también la directiva, que apostó por dar continuidad al proyecto y prolongó hasta 2021 los contratos del director deportivo y del entrenador Rudi Garcia.

Unas expectativas que en menos de seis meses se han tornado en decepción. O en otros casos, en rabia. Los muros exteriores del centro de entrenamiento del Olympique aparecieron ayer por la mañana con múltiples pintadas pidiendo la destitución de Rudi Garcia.

El club se apresuró en cubrir los grafitis con pintura blanca, pero resulta más difícil esconder el descontento de la hinchada tras la reciente y humillante eliminación en la Copa de la Liga. 2-0, ante el Andrézieux, un equipo amateur de cuarta división. 

La inesperada expulsión en el torneo del KO ha supuesto el cénit de la esperpéntica campaña del conjunto marsellés. El OM no gana desde el 25 de noviembre, 1-3 ante el Amiens en Ligue 1. Desde entonces, el Olympique ha sumado cinco derrotas y dos empates.

Unos resultados nefastos que le han costado la eliminación de tres competiciones en apenas un mes. Además caer en la Copa de la Liga, fueron apeados de la Copa de Francia en octavos por el Estrasburgo y ni siquiera superaron la fase de grupos en la Europa League, competición que abandonaron sin conocer la victoria. 

Tampoco da motivos para el optimismo la Ligue 1. El Marsella marcha sexto, a 20 puntos del PSG y tres de los puestos europeos. Sin apenas alicientes y con medio curso por delante, Zubizarreta y Garcia afrontan el reto de enderezar el rumbo de un OM que navega a la deriva.