Loco empate en el Benito Villamarín

El empate loco entre el Betis y el Mallorca

La gente del Villamarín se marchó enfadada. Muy enfadada. No por el espectáculo que habían visto sobre el cesped sino por el desenlace del loco partido. Un empate más, una jornada más sin ganar. Un 3-3 que tampoco contentó a un Mallorca que vio como en dos ocasiones estaban por delante en el marcador. Dos penaltis en la primera mitad les condenaron.

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LaLiga

3
3
Alineaciones
Betis
Robles; Emerson, Mandi, Bartra, Álex Moreno; William (Aleñá 73'), Guardado (Raúl García 87'); Joaquín (Tello 78'), Canales, Fekir y Loren.
Mallorca
Reina; Pozo (Sedlar 82'), Valjent, Raíllo, Koutris (Gámez 31'); Dani Rodríguez, Salva Sevilla, Baba (Lago Júnior 68'), Kubo; Cucho Hernández y Budimir.

La necesidad del Mallorca se impuso en los primeros minutos y la recompensa llegó en forma de golazo del Cucho. El colombiano remató con una volea espectacular una jugada que se había inventado Kubo con una calidad en la conducción al alcance de pocos. El Villamarín se ponía nervioso.

Algún pito y ese eterno 'run-run' que vive instalado en el estadio bético esta temporada. Duró poco afortunadamente para el beticismo porque Fekir fue derribado dentro del área en un penalti indiscutible. No lo iba a fallar Canales que engañó a Manolo Reina en el disparo. La cara del lateral griego lo decía todo. El trabajo de los baleares había durado un minuto.

El empate le sentó de maravilla al conjunto andaluz que encerró a un Mallorca aturdido. Carvalho, Fekir o un disparo de Loren al palo empezaban a pronosticar el segundo de los de Rubi. Pero como esto es fútbol y no matemáticas, lo que llegó fue el segundo de los 'bermellones'. Una triangulación entre el Cucho, Kubo y Budimir acabó en un remate con reverso incluído del croata. Una maravilla de gol demostrando que las opciones de salvación de los baleares pasan por dicho tridente.

Pero lo que daban los delanteros lo quitaban los defensores. Si el primer penalti fue claro, el segundo fue un accidente. Pero también lo era. Una manos que permitieron a Fekir poner de nuevo las tablas y dar alas de nuevo a los de Rubi. Una montaña rusa en el Benito.

No cambió el guión en una segunda mitad que arrancó con el gol de Joaquín que volvía a desatar la alegría entre la afición verdiblanca. Pero de nuevo, cuando mejor estaba el Betis llegó el jarro de agua fría. Kubo, que es buenísimo, soltó un disparo al que Joel cantó. Entró llorando el balón pero entró.

Los papeles volvieron a cambiarse y el conjunto balear dispuso de ocasiones más claras para llevarse su primera victoria a domicilio. No llegó como tampoco la posibilidad del Betis de romper la mala racha. ¿Adiós a Europa?.