Empate a nada en Balaídos

Arnau Montserrat

Celta y Málaga empataron a cero en un partido que dominaron los andaluces en la primera mitad y que se pudo llevar el Celta en la segunda. Los dos equipos mandaron un balón al palo y Iago Aspas falló un gol a portería vacía. El empate no contenta a nadie y aleja a los dos equipos de sus objetivos.

No había empezado todavía el partido y el Celta ya tenía un primer contratiempo. Rubén Blanco, portero titular, se lesionaba en el calentamiento y Unzué ha tenido que alinear a Sergio Álvarez en un cambio de última hora. Sin portero de recambio, el equipo gallego ha tendio que llamar a Fran Barbosa, portero del Juvenil del Celta, que llegó al banquillo de su equipo cuando ya se habían jugado diez minutos de partido.

El Málaga empezó bien el partido, ordenado atrás, esperando su momento para salir al contraataque. El conjunto de José González intentó des de los primeros compases evitar que los de Vigo jugaran por el medio y que le llegaran balones a Iago Aspas, obligándolos a jugar por banda. No estaba cómodo el Celta, que a la media hora de juego tan sólo había disparado una vez. El Málaga empezó a avanzar líneas ante la imprecisión de los de Vigo generando tres córners en apenas diez minutos, sin mucho peligro en su lanzamiento. 

Pione Sisto tuvo la primera gran ocasión para los locales cuando en una de sus jugadas marca de la casa, diagonal de izquierda a derecha para soltar un latigazo, se marchó pocos centímtros fuera de la portería de Roberto. Un mero espejismo en el juego del conjunto gallego que terminó el primer tiempo a remolque de un Málaga que a punto estuvo de adelantarse con un chute de Chori Castro cuando faltaban cinco minutos para el final. 

El guión de la primera parte se repitió en el incio de la segunda. Un Málaga muy ordenado a nivel defensivo dejaba jugar al Celta que no encontraba espacios para crear peligro. Pione Sisto era el único que intentaba poner algo de chispa y rápidez en el juego local sin demasiado éxito en el último pase. Iago Aspas, inédito en el primer tiempo, buscó caer más a banda para entrar más en juego. El conjunto andaluz seguía buscando los errores del Celta para atacar, pero las malas decisiones de sus delanteros evitaban que su faceta ofensiva pusiera en apuros al Celta.

Mejoraron los de Vigo coincidiendo con la bajada física del Málaga. Primero fue Maxi Gómez y luego Iago Aspas que empezó a tocar más balón y a punto estuvo de marcar en un chute raso que sacó con una gran estirada Roberto. Unzué buscó alternativas desde el banquillo pero sorprendió quitando a Pione, el jugador más activo del ataque local. El Celta había despertado y a punto estuvo de encontrar el premio del gol con un chute de Sergi Gómez, que la mandó al lateral del palo de la portería del Málaga. El conjunto andaluz se había encerrado ya en su propio campo.

Pero la gran ocasión llegó a diez minutos para el final. El centro de Maxi Gómez deja sólo a Iago Aspas que a portería vacía la manda fuera de forma incomprensible. Tras diez minutos sin ocasiones, fue el Málaga quien estuvo a punto de dejar a Balaídos helado, cuando En-Nesyri remató al palo la última ocasión del conjunto andaluz en el partido. El 0-0 final no deja contento a nadie y Balaídos se lo quiso transmitir a su equipo con ligeros pitos. El Celta se aleja de Europa y el Málaga ve más lejos la quimera de la salvación.