Tiger Woods reacciona a su dolor de espalda en el torneo Memorial

Tiger Woods debutó en el torneo Memorial (Ohio) con una vuelta de 72 golpes, al par del campo, con malas sensaciones al principio, con dolores en la parte baja de su espalda, para rehacerse en la segunda mitad, y finalizar al par, aunque a siete golpes de los primeros líderes, Abraham Ancer, Joaquin Niemann y Hideki Matsuyama.

Woods reconoció que había sufrido dolores en la parte baja de su espalda, una situación que no se había producido a lo largo de la temporada, y que le acabó llevando al quirófano para subsanar esos problemas.

“No podía rotar en condiciones, con esos problemas en la espalda, que pueden volver de vez en cuando”, confesó. “Me obligó a realizar algunos ajustes en mi swing que no funcionó, aunque luego pude corregirlo en la segunda parte de la vuelta, afortunadamente”, aseguró.

Buen final de vuelta

Woods, de 42 años, jugó los últimos 11 hoyos cuatro bajo par, con cinco birdies por el camino, cerrando esa segunda parte con 33 golpes, por 39 de la primera. Un cambio substancial.

El número 83 del mundo insistió en que sus problemas en la espalda no eran para alarmarse, y que es algo que le puede ocurrir de vez en cuando. “Ocurre a veces, y no me sentí cómodo en los primeros hoyos, pero no fue a más”, dijo.

El estadounidense estuvo entrenando lunes y martes en Shinnecock Hills, donde se disputará el US Open en 15 días, y jugó el miércoles el torneo ProAm del Memorial, aunque aseguró que sus dolores no tenían nada que ver con ello.

“No. Simplemente, es uno de esos días en que puede venir el dolor, por mi edad y por las cirugías. Lo único que debo hacer es ajustes y los puedo hacer ahora, cosa que era imposible a principios de año”, dijo Tiger.