Girona: Para entrar hay que dejar salir

En menos de una semana el Girona se pone en marcha y, a día de hoy, todavía no tiene confirmado el entrenador, aunque se ultiman detalles para que la llegada de Míchel en el banquillo sea oficial. Cuenta la plantilla con poco más de 20 futbolistas pero ni por asomo este será el perfil del equipo semanas más tarde, cuando se cierre el mercado estival. Por lo menos, esa es la idea. Muy pocos movimientos ha cerrado hasta ahora el club, que trabaja consciente de que el techo salarial no se asemeja, para nada, al de hace dos temporadas, con lo que tendrá que vigilar con lupa cada operación.

Dispuesto a revolucionar un verano más la plantilla, la entidad apostará por una política más austera que en el pasado más reciente. Eso se consigue evitando fichas demasiado elevadas, por lo menos a corto plazo. Así se ha fraguado la renovación de Cristhian Stuani. Más años pero un salario más bajo. Otra alternativa es la de abrir de par en par la puerta de salida. Porque se esperan fichajes, aunque también habrán bajas y no pocas.

Es aquí donde aparecen aquellos futbolistas que esta última temporada han estado cedidos a otros clubes. La mayoría hará las maletas. Jonás Ramalho ya ha sido traspasado a Osasuna a cambio de 700.000 euros. Se espera que Johan Mojica también salga. El Elche le sigue la pista, aunque no ha querido pagar los 2,5 millones que pedían en Montilivi. La dirección deportiva también trabaja para solventar la situación de Jairo Izquierdo, Pape Diamanka y Àlex Gallar, con fichas elevadas.

Con poco tiempo por delante y aunque el Girona quiera desprenderse de unos cuantos futbolistas, a todos ellos se les espera el 12 de julio para empezar con las pruebas médicas antes de iniciar los entrenamientos.