McGregor se enfrenta a un serio problema por su drástico cambio físico

Conor McGregor ha sufrido un drástico cambio físico mientras prepara su vuelta al ring de la UFC. No obstante, el luchador ha sufrido mucho desde que se rompiera la pierna en julio de 2021 en un combate frente a su gran contrincante, el gran Dustin Poirier. Por suerte, durante todo este tiempo no ha dejado de ir a rehabilitación al mismo tiempo que ha apostado por una transformación brutal: ha ganado 15 kilos de músculo, pero nada de grasa.

El propio McGregor, a través de su perfil de Instagram, ha comparado su cuerpo desde 2015 hasta octubre de 2022; siete años que le han bastado para pasar de tener un cuerpo marcado y musculado, a aumentar su volumen a niveles inesperados. Y eso que el luchador avisa que su cambio no ha terminado, y por ello sigue entrenándose día tras día, pasando horas y horas dentro del gimnasio, y siguiendo una dieta estricta con la que volver a la UFC con éxito.

¿El problema? Este cambio físico le complica hacer su vida diaria: es difícil pasar "de lado por las puertas", asegura en Twitter, y razón no le falta. Su cuerpo ocupa un ancho más grande que la puerta que acaba de cruzar, por lo que no le queda más remedio que girarse 90 grados y atravesarla de lado.