El 'Gallego' Méndez renuncia a suplir a Maradona como entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata

El ayudante de Maradona y técnico interino de Gimnasia y Esgrima La Plata en los últimos días de internación del 'Diez', Sebastián Méndez, decidió ayer presentar su renuncia a los dirigentes del club. Después de la muerte de Diego, el 'Gallego' ha explicado al presidente del Lobo, Gabriel Pellegrino, que "llegó al club con Maradona" y por eso "ahora se va con él". 

Aunque Méndez contaba con el respaldo de la directiva y la plantilla, la decisión es irrevocable. Lo mismo aconteció con el otro ayudante, Adrián González. Mariano Messera, junto con el preparador físico Ignacio Dahul, serán las dos personas encargadas de coger las riendas del equipo de manera interina. 

Con la asunción de Messera se termina el ciclo del cuerpo técnico que encabezó Maradona y que estuvo al frente del cuadro platense durante 24 partidos, en los cuales Gimnasia consiguió sacar el 41,6% de los puntos (ocho victorias, seis empates y diez derrotas) y evitó el descenso por la anulación del mismo por la pandemia. 

El 'Gallego', que se hizo cargo de la dirección técnica debido a los problemas de salud de Maradona, presentó su dimisión al presidente Guillermo Pellegrino unas horas antes de que el Lobo visite a Vélez este sábado a las 23:20 (hora peninsular) en el José Amalfiani.

Conmovido por la muerte de Maradona, Méndez mostró su pesar durante el velatorio del astro argentino y tomó la decisión, consciente de que él había llegado de la mano de Diego. Por una cuestión de lealtad, no quería quedar como el heredero de un trono que, sentía, no le correspondía. A sus 43 años, Gimnasia ha sido el décimo club en el que ha estado a lo largo de su carrera después de haber pasado por San Lorenzo, Banfield, Platense, Gimnasia de Jujuy, Godoy Cruz, Belgrano, Palestino de Chile y Cúcuta.

El exayudante de campo de Maradona se despidió de los jugadores, quienes también acusaron el nuevo golpe después de visitar la Casa Rosada para participar en el velatorio de Diego, rodeando el féretro con lágrimas en los ojos y manteniendo un profundo silencio.