Punto insuficiente para un Espanyol muy competitivo ante el Atlético

El empate estéril entre Espanyol y Atlético de Madrid

Franc Mendiola

Pasan las jornadas, mejoran las sensaciones pero empeoran las expectativas de salvación del Espanyol. El equipo de Abelardo, que solo ha ganado uno de sus seis últimos cinco compromisos ligueros, realizó un esfuerzo leonino para tutear al Atleti, compitió como pocas veces este curso pero se quedó a medias. Pucela no pasó factura pero hizo mella en un equipo que lleva 11 jornadas como colista. La primera parte extraterrenal de Raúl de Tomás y el gol de Savic en propia, insuficientes. Otro fallo defensivo propició un empate, el de Saúl, que deja a los blanquiazules a cinco unidades del Celta y de la salvación. El cuadro de Simeone, por su lado, lleva ya 13 jornadas sin ganar allende el Metropolitano.

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LaLiga

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Alineaciones
Espanyol
Diego López; Javi López, Cabrera, Bernardo, Dídac Vilà; Víctor Sánchez, Iturraspe (Melendo, 71'), Darder, Embarba (Pedrosa, 81'); Wu Lei (Calleri, 71') y Raúl de Tomás.
Atlético de Madrid
Oblak; Trippier, Savic, Felipe, Lodi; Thomas, Saúl, Koke, Carrasco (Joao Félix, 56'); Correa (Vitolo, 70') y Morata (Diego Costa, 63').

El inicio, de alto voltaje, respondió a las expectativas. Un primer cuarto de hora no apto para flojos, para los que tienen leche por sangre. Pasaron muchas cosas fruto del altísimo ritmo imprimido, casi todas las destacadas a balón parado. De portería a portería, Diego López desbarató tirando de reflejos el primer aviso de Correa, y al otro lado Wu Lei no llegó a un jugoso balón de Darder ni Bernardo, a bocajarro, pudo batir a Oblak por oposición in extremis de Thomas.

Don RDT

Momentos frenéticos, verticales, de acción-reacción, que fueron menguando cuando le tocó el turno al orden y la pizarra. Con menos pulsaciones por segundo el Espanyol compitió mejor que el Atleti y encontró el premio que buscaba. Una jugada perfectamente trenzada por el flanco derecho, gracias en parte a un error de Lodi en la cobertura, originó un centro de Wu Lei al área chica muy peligroso. Tanto, que Savic no logró repelerlo y se lo coló en propia.

Mantener la iniciativa, cosa que le cuesta sobremanera a los blanquiazules, era tarea obligada. No en vano, son el equipo de la Liga que más puntos pierde cuando se pone en ventaja. Para ello estaba un Raúl de Tomás pletórico en su regreso al verde cuatro jornadas después. El delantero madrileño ejerció de luz, faro, filtro, tótem y brújula con su optimismo contagioso y su habilidad. Todo lo que hizo en el primer tiempo lo hizo absolutamente bien. Su recital guiaba los pasos de un RCDE que pudo anotar el segundo en un disparo tan sorprendente como sublime de Víctor Sánchez con la zurda. Oblak, a mano cambiada, puso los dedos a última hora para evitar un golazo de bandera.

Igualada rojiblanca

Había confianza, personalidad e intensidad. Pero la mochila de penurias, calamidades y errores que está cargando en la espalda el Espanyol hizo acto de presencia, una vez más, en Cornellà. El dejà-vú. Un balón caído del cielo, suelto, llegó en la frontal a un Saúl que la empaló a las mil maravillas. Un gatillazo inapelable para saciar la sed colchonera y devolver al estado de nerviosismo innato a la parroquia espanyolista.

Tocaba arremangarse y sufrir. El empate desencadenó los peores minutos blanquiazules. El miedo se propagó cual virus por el Baix Llobregat. A la escuadra de Abelardo le costó horrores generar fútbol ofensivo y contrarrestar la hoja de servicios rojiblanca, pero lo consiguió. El temporal amainó, aunque el duelo era ciertamente incómodo y complicado contra los ‘indios’. Morata la estrelló en el poste en la más pintiparada de los madrileños. El choque era indescifrable, trufado de disputas y decenas de pequeñas batallas. El pundonor y el orgullo del Espanyol amargó el tramo final a los de Simeone, incapaces de frenar a un Bernardo muy dañino en sus subidas para rematar balones aéreos.