Castillejo exprime su carrera a los 39 años

El Lince de Parla ha tenido que viajar hasta Oberhausen para la revancha ante el alemán Felix Sturm.

Javier Castillejo tiene ya 39 años a sus espaldas. No le queda mucho tiempo sobre el ring. Acaso un año más. Ha entrado en la fase en la que un campeón del mundo de su edad y de su categoría está obligado a plantear cada combate como si fuera el último de su carrera. El de Parla pone en juego el título de los medios de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) ante el alemán Felix Sturm, once años más joven, en Oberhausen.

Castillejo está dolido porque sabe que es último gran campeón español que le queda a este deporte, pero su propio país le está dando la espalda. Para Alemania, gane o no Sturm, la velada en el Konig-Pilsener-Arena será todo un acontecimiento retransmitido en directo por la cadena de televisión ZDF (23 h). En España, nadie se ha interesado por el combate, ni televisiones privadas ni la pública.

En estas condiciones es lógico que a Castillejo le asalten todos los fantasmas del mundo a la cabeza. El boxeo profesional es en su país un deporte tosco, obsoleto, que arrastra un montón de tópicos de película. El fútbol, la F-1, el motociclismo, son los deportes que llenan de orgullo y dan publicidad a los políticos: "Es frustrante·, asegura.A pesar de ello, este púgil que se ha trabajado a pulso sus 62 victorias - ha sido ocho veces campeón mundial y seis de Europa - por tan sólo seis derrotas, mantiene aún intacta su ilusión: "La pelea contra Sturm voy a plantearla como si fuera la primera. Voy con todo lo que tengo", aseguraba ayer.

Subirá al ring con la ventaja psicológica de haber derrotado a su adversario por K.O. técnico el 15 de julio de 2006 en Hamburgo, aunque fue un triunfo bastante apurado y que se debió a un error de bulto del boxeador alemán. A falta de dieciocho segundos para el final del décimo asalto, propinó a Sturm un poderoso gancho de izquierdas que le dejó 'groggy' y, consciente de que para ganar tenía que acudir a la vía rápida, enlazó otros tres ganchos que mandaron al germano a la lona: "He aprendido de aquella derrota. Ahora sé que tengo que escuchar a mi esquina en lugar de pelear para el público". Sturm no cumple con el perfil de boxeador tipo. No es 'bocazas', no machaca dialécticamente a su adversario, no provoca sino que elogia a su rival y lo peor de todo es que con anterioridad al enfrentamiento con el español que vivió seis años en Alemania sólo había perdido con De La Hoya.

Castillejo hizo historia en el boxeo español al ser el primero que se ciñó los cinturones de campeones en dos pesos distintos y de federaciones diferentes, tras ser campeón mundial superwelter del Consejo Mundial entre 1999 y 2001 al ganar al neoyorkino Keith Mullings en Leganés (Madrid, 1999), periplo que concluyó en Las Vegas en marzo de 2001 con su derrota ante un mito como Oscar de la Hoya.