Mechaal lideró la fiesta en los Europeos: oro, plata y bronce

Un día para recordar. Oro, plata y bronce. Un oro para tapar bocas. Un oro reivindicativo. Un oro que eleva a lo más alto a un atleta que trata de salir del cerco de las sospechas. Adel Mechaal ganó en los 3.000 metros en los Campeonatos de Europa de pista cubierta de Belgrado. La fiesta siguió con Jorge Ureña, el nuevo Supermán del atletismo español, plata en heptatlón y Álvaro de Arriba, bronce en los 800 metros. Estas tres medallas, sumadas a la plata de Ruth Beitia en salto de altura del sábado, arroja un balance final de cuatro preseas.

Mechaal, hace tan sólo 20 días, ni siquiera  sabía si podría viajar a Serbia. El TAS le concedió la cautelar a última hora pese a estar suspendido por la Agencia Española Antidopaje (AEPSAD) por tres (supuestos) controles fallidos. Un año después de proclamarse subcampeón de Europa de 1.500 metros al aire libre, consiguió su particular ‘vendetta’. 

El discípulo de Antonio Serrano venció con un tiempo de 8:01.01 mientras que el otro español participante, Carlos Mayo, acabó en octavo lugar con 8:06.15. Se trata de la quinta medalla para el atletismo español en 3.000 metros en unos Europeos en pista cubierta. 

Mechaal, nacido en la ciudad marroquí de Tetuán en 1990, llegó a España después de que sus padres emigraran a Catalunya cuando él tenia dos años.

Alvaro de Arriba pide su turno

Se esperaba una medalla en los 800 metros. Por primera vez en una final europea hubo tres atletas de una misma nacionalidad. Álvaro de Arriba acabó tercero con 1:49.68 seguido de Daniel Andújar mientras que el plusmarquista español de la distancia, el sevillano Kevín López, medallista de plata en 2013 y de bronce en 2011, sólo pudo ser sexto tras sufrir un pinchazo en el isquio.

Kevin y Álvaro recorrieron en cabeza la primera mitad de la carrera, pasando el 200 en 27.02 y el 400 en 56.45, pero ahí se complicó la prueba, cuando todos empezaron a mostrar sus cartas. López sintió un pinchazo en el isquio y se fue atrás. Antes del toque de campana ya estaba descartado, y en el último giro De Arriba sufrió un trompicón que a punto estuvo de mandarlo a la lona, pero no perdió el equilibrio y tuvo fuerzas para llegar tercero, perseguido por un Dani Andújar que acabó muy fuerte.

Ya en los albores de la competición, Jorge Ureña, una de las grandes sensaciones del atletismo español, conquistó la medalla de plata en heptatlon con 6.227 puntos, esto es la segunda mejor marca española de la historia. El oro fue para el francés Kevin Mayer, que estableció un nuevo récord de Europa.

El galo, subcampeón olímpico de decatlón en Río 2016, sumó 6.479 puntos, que mejora en 41 el récord continental anterior del checo Roman Sebrle con 6.438 desde 2004.

Ureña llegó a la última prueba, la carrera de 1.000 metros, con la plata prácticamente segura. 

Una gran jornada

Inteligente actuación de Ana Lozano y de la ‘abuela’ de los Campeonatos, Núria Fernández, de 40 años, en la final de 3.000 metros. La alcarreña, bióloga que debutaba en unos Europeos en pista cubierta, corrió de menos a más y acabó sexta con 8.55.20, que es su mejor marca personal. La madrileña fue décima, con 9:05.17. La medalla de oro fue para la británica Laura Muir, que dejó literalmente ‘clavada’ a la turca (de origen keniano) Yasemir Can a falta de 300 metros para cruzar por línea de meta

Notable actuación de la barcelonesa Cristina Lara, cuarta en semifinales de 60 metros con un tiempo de 7.40, su segunda mejor marca de siempre. Desde París 2011, ninguna atleta española había alcanzado la penúltima ronda de la carrera más rápida del programa atlético (Digna Luz Murillo.

La atleta de Banyoles Esther Guerrero  fue sexta en la final de 800 metros con una marca de 2:03.09 después de seguir el ritmo de la campeona, la suiza Selina Buchel, durante tres cuartos de la carrera.

Pablo Torrijos no pasó el corte. Dos años después de ser subcampeón de Europa en Praga con su actual récord de España (17,04), su mejor marca de este domingo, 16,73 metros, le situó noveno, por lo que no accedió a los tres últimos saltos.