El Nápoles de Gattuso se rearma

Bajaban turbias las aguas en el golfo de Nápoles desde principio de temporada. Con Ancelotti constantemente cuestionado, con malos resultados en la Serie A y motines de los jugadores contra el todo poderoso presidente, Aurelio De Laurentiis, el Napoli parecía navegar a la deriva sin capacidad de retomar el rumbo correcto.

Pasaron de luchar por el ‘Scudetto’ con la Juventus a verse superado ya no solo por un Inter de Milan con un proyecto atractivo y en alza, sino por equipos como el Atalanta, la Roma, la Lazio, el propio Milan y equipos de media tabla con presupuestos y objetivos deportivos que no son comparables como la entidad napolitana. La revolución debía llegar al proyecto y en las oficinas del club se pusieron manos a la obra.

La primera piedra para el nuevo proyecto era sustituir  un Carlo Ancelotti al que el crédito se le había agotado. Pese a su buena relación con el presidente, ni acceder a los octavos de final de la Champions en un grupo donde estaba el Liverpool le salvó el cargo. 

De la mano blanda del tres veces campeón de Europa como entrenador a un tipo como Genaro Gattuso que recibió consenso entre la afición partenopea pero que en sus primeros días no cambió demasiado las cosas. Los resultados han costado de llegar y tras un inicio con más derrotas que victoria, ‘Rino’ ha logrado enderezar al equipo. Por encima de todos los triunfos, el logrado el pasado fin de semana ante la Juventus.

Un aviso para un Barça que se encontrará un Nápoles totalmente cambiado, con una nueva forma de entender el fútbol y que ya ha demostrado que es capaz de batir a equipos candidatos a la victoria final en Europa como es la ‘Juve’.

Tres caras nuevas

Savia nueva para el equipo. De Laurentiis ha sacado la cartera a pasear en este mercado invernal en busca de piezas que remuevan lo que ya hay dentro del vestuario.

El primero en llegar fue Diego Demme del Red Bull Leipzig. El Nápoles pagó 10 millones de euros fijos más 2 en variables que se pueden convertir en tres en el futuro por un centrocampista de 29 años que las había vivido de todos los colores con el conjunto alemán.

Era uno de los dos supervivientes del histórico equipo que en la temporada  2013-2014 subió de Tercera a Segunda para que un par de temporadas después se peleara con la élite de la Bundesliga con un nuevo ascenso. Como detalle curioso, tiene por nombre Diego por el amor paternal por el Nápoles y por supuesto, Maradona. El destino que tenía que unir estos dos caminos.

El segundo en pasar por caja fue un ya viejo conocido de LaLiga. Stanislav Lobotka por el que pagaron al Celta 24 millones de euros. El eslovaco de 25 años deslumbró en su primera temporada con los de Vigo pero su rendimiento fue a menos. Sacaron tajada por un centrocampista pelotero con el que jugadores como Fabián conectarán rápidamente.

Ya en esta recta final del mercado de fichajes, el conjunto napolitano añade otra pieza más a su renovado centro del campo con otra incorporación ‘top’, Matteo Politano. Descarte de Conte con muy pocos minutos durante la primera parte de la temporada, el ya ex del Inter lo tenía hecho con la Roma pero el fallido pase de Leandro Spinazzola por los ‘neroazzurri’, era parte del trueque para la llegada de Politano, impidió que el centro campista vistiera la camiseta de la Roma.

Vista la situación, el Nápoles estuvo rápido y se ha hecho con el jugador en calidad de cedido con opción de compra obligatoria a final de temporada. 2,5 millones ahora y 19 al término de la campaña.

Falta la traca final

No son las únicas incorporaciones que ha realizado el Nápoles. Ha desembolsado  14 millones de euros por el central Kosovo del Hellas Verona, Amir Rrahmani. Con 25 años, es una apuesta de futuro porque lo han dejado cedido al mismo club hasta final de temporada.

Una operación parecida a la que esperan cerrar antes del cierre del mercado con Andrea Petagna, delantero de 24 de la SPAL. El acuerdo parece cerrado y también se quedará cedido.

Para remate final, y este sí se lo encontrará el Barça en octavos de final, el club ultima la llegada del lateral Ricardo Rodríguez, jugador del Milan. Un lavado de cara en toda regla. Cuidado Barça.