Premio Deportista Valores Legendario: Carles Puyol

Carles Puyol levantó infinidad de títulos, y en muchos de ellos tuvo gestos impecables, como éste hacia Abidal

Carles Puyol levantó infinidad de títulos, y en muchos de ellos tuvo gestos impecables, como éste hacia Abidal

German Bona

German Bona

Nadie ha representado, y lo sigue haciendo, los valores de la constancia, el sacrificio y la dignidad como Carles Puyol. Su trayectoria futbolística, siempre en el FC Barcelona, un ‘one club man’, se recuerda por las gestas y también por los gestos. Gran capitán del conjunto azulgrana durante diez años, atesora un palmarés que es motivo de orgullo.

‘Puyi’ nació en La Pobla de Segur un 13 de abril de 1978 y fue en su localidad donde empezó a jugar al fútbol, primero como portero para estar más cerca de su hermano, y después como delantero. En el Barça comenzó como interior, pasó al lateral y se consolidó en el eje de la defensa. Un todoterreno.

Llegó a la entidad azulgrana ya con 17 años y estuvo dos años residiendo en La Masia. Van Gaal le subió al primer equipo cuando tenía un pie en el Málaga. Puyol convenció al exigente técnico.

Tras años difíciles, llegaron los mejores de la historia del Barça y ‘Puyi’, capitán desde la temporada 2002-2003 reemplazando a Luis Enrique, tuvo en estos éxitos un protagonismo indudable. Tres Champions, seis Ligas, dos Mundial de Clubs… 25 títulos incluyendo las cuatro Copes de Catalunya, a los que hay que sumar los cosechados con la selección española, la Eurocopa de 2008 y el Mundial de 2010 tras llevar a la ‘roja’ a la final con un gran cabezazo en la ‘semi’ ante Alemania.

Carles Puyol levantó más títulos que nadie, pero su enorme corazón le hizo protagonizar gestos como dejarle a Abidal, recuperado de la enfermedad, alzar la Champions de 2011 en Wembley. El mismo Puyol que se sacó el brazalete y lo besó en el Bernabéu tras marcar el día del inolvidable 2-6, el que en el mismo escenario no dejó que Piqué le enseñara al árbitro un mechero que le había golpeado, o quien ‘reprimió’ a Dani Alves y Thiago por celebrar un gol con un baile.

Fue digno incluso en la despedida, tras 15 años en el Barça y cuando la rodilla dijo ‘basta’, renunciando a dos años de contrato. Después, hizo sus ‘pinitos’ en la representación y la dirección deportiva.Puede estar satisfecho, es una leyenda.