El topo del Camp Nou

Piqué vuelve a organizar la porra de la Champions

Participa toda la plantilla a razón de 50 euros por cabeza; Piqué y Cesc, los últimos ganadores

Gerard Piqué es conocido en la plantilla por su pasión a los juegos y las apuestas. Su devoción a este tipo de entretenimientos le ha llevado hasta a Las Vegas para jugar un torneo de semi profesionales de poker, en el que por cierto no fue eliminado a las primeras de cambio sino aguantó el tipo varias rondas en la modalidad conocida como texas holdem (dos cartas tapadas y el flop descubierto). Otra de sus pasiones es organizar anualmente la tradicional porra del sorteo de la Champions donde participa prácticamente la totalidad del vestuario a razón de 50 euros por cabeza. Como se puede apreciar más que un motivo pecunario –la bolsa no llega nunca a los 2.000 euros– se trata de un divertimento para ponerle más emoción al sorteo. Aquí participan todos, no solo jugadores, sino también cuerpo técnico, auxiliares, servicios médicos, utilleros y otros empleados del club. Entre Piqué, Pepe Costa y Carles Naval llevan el control de todas las apuestas para evitar que haya algún despistado o 'listillo' de turno.

Así pues, mañana se reunirán los jugadores en el vestuario después de la sesión matinal para congregarse en la sala de video y hacer sus respectivas apuestas en los cruce de los octavos de final. Quien acierte el mayor número de cruces será el que se lleve el gato al agua. En caso de empate, se repartirán las cantidades. Este tipo de actividades lúdicas además de la emoción intrínseca del sorteo sirven para fomentar la unidad en el grupo y cohesionarlo aún más si cabe.

Además para algunos acaba siendo una auténtica fiesta, como en el caso de Piqué, que ya sabe lo que es ganar la porra en una edición, por lo que parte como uno de los favoritos para llevarse este año también la bolsa. Otro que también sabe lo que significa la gloria del triunfo es Cesc Fàbregas.

Evidentemente si se tratara simplemente por las preferencias deportivas de los jugadores nadie en su sano juicio apostaría por los equipos ingleses –el Manchester City no lo quieren ver ni en pintura– mientras que el objeto más codiciado por todos sería un cruce con el Olimpiacos griego de Michel. Otros equipos como el Zenit de San Petersburgo sería también muy bien valorado si se tratara solo de aspectos deportivos, pero el hecho de jugarse en pleno invierno y ser un viaje pesado y largo echan para atrás a la mayoría. Los equipos alemanes tampoco son del agrado de todos, pero lo prefieren a los ingleses, mientras que los turcos están en las preferencias de todos.