Noveno aniversario del histórico 2-6 del clásico Real Madrid-Barça

Este miércoles, y a cinco días de un nuevo FC Barcelona – Real Madrid, se cumplen nueve años del histórico clásico en el que el equipo entrenador por Pep Guardiola barrió al Real Madrid en el Santiago Bernabéu (2-6). 

El éxito, cosechado el día de la fiesta de la comunidad de Madrid, 2 de mayo, tuvo lugar en la primera temporada de Pep Guardiola como entrenador del primer equipo del Barça y se convirtió en el mejor aperitivo del histórico triplete de Copa, Liga y Champions de la campaña 2008/09.

El duelo, como en tantas ocasiones, tenía unas connotaciones especiales para la suerte de la Liga. El Barça llegó con cuatro puntos de ventaja sobre el Real Madrid a falta de cinco jornadas de su final. El triunfo madridista hubiera reducido la ventaja blaugrana a la mínima, un único punto, con otros doce en juego.

En un duelo apasionante, Guardiola y su entonces ayudante Tito Vilanova decidieron apostar por la fórmula de ‘los tres pequeños’, desplazando a Samuel Eto’o a la banda y juntando en el eje de creación a Xavi Hernández, Andrés Iniesta y Leo Messi. 

Esta variante táctica desarboló al Real Madrid y estos futbolistas serían el 'hecho diferencial' del mejor Barça de la historia que se consagró totalmente copando el Balón de Oro de 2010. 

El Barça empezó perdiendo pero le dio  la vuelta al marcador con goles de Henry y Puyol. El Real Madrid aún logró empatar a dos pero dos minutos después llegó el 2-3 y los blaugrana dispararon su recital hasta el 2-6 que cerró Gerard Piqué mostrando la camiseta al estadio de Chamartín y señalando al grupo de seguidores blaugrana situados en la parte alta de uno de los goles.

La alineación del FC Barcelona en aquel legendario partido estuvo formada por Valdés; Alves, Piqué, Puyol, Abidal; Xavi, Touré (Busquets, m. 85), Iniesta (Bojan, m. 85); Messi, Eto’o y Henry (Keita, m. 60). 

En el imaginario culé, este 2-6 se equiparó con la gesta de 1974, cuando el Barça del Johan Cruyff  jugador se impuso 0-5. Pep Guardiola reconoció que aquel 2 de mayo se convirtió “en uno de los días más felices de mi vida”. También para muchos barcelonistas.