Historia SPORT

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Viaje a Moordrecht, las raíces de Memphis Depay

El jugador del Barça vivió una infancia dura en este pueblo de unos 8.000 habitantes cercano a Rotterdam

Se crió en un barrio de inmigrantes indonesios y empezó a despuntar en el VV Moordrecht antes de fichar por el Sparta de Rotterdam

Sport en Moordrecht, pueblo de Depay

Javier Giraldo ha ido a conocer el pueblo en el que creció el ya jugador del Barça, Memphis Depay / Javier Giraldo

Javier Giraldo - Moordrecht, Países Bajos (Enviado Especial)

Azul, blanco, verde y naranja. Los cuatro colores decoran las farolas de este barrio de Moordrecht, el pueblo de unos 8.000 habitantes en el que nació y creció Memphis Depay. El visitante se pregunta el motivo y encuentra la respuesta en Arkie Matulessy, que amablemente se baja de su ‘scooter’ para atender la curiosidad.

“Es la bandera de las Islas Molucas del Sur”, apunta, un territorio dependiente de Indonesia que en su día estuvo bajo dominación neerlandesa y cuyos nativos pueblan las calles de esta zona de Moordrecht. Aquí, a unos 20 kilómetros de Rotterdam, creció Memphis Depay.

El barrio transmite tranquilidad en la tarde de un martes de junio, aunque las cosas no siempre fueron fáciles aquí. La inmigración indonesia (aunque ellos se reivindican como moluqueños) chocaba con frecuencia con los holandeses. De ascendencia africana (padre ghanés y madre neerlandesa), Depay se vio más de una vez en medio del conflicto racial, incluso con violentos ‘skinheads’ de por medio.

La sangre nunca llegó al río, pero su infancia no fue fácil. En estas calles nació en 1990 Satudarah, una violenta banda de moteros relacionada con el tráfico de drogas y la extorsión. El fútbol fue la válvula de escape del joven Memphis.

Mensajes cruzados

Arkie Matulessy es tímido y prefiere no salir en las fotos, pero cuando se le nombra a Memphis Depay, la mirada se le ilumina. “Yo jugué con él y mantengo el contacto, ¡mira!”. Enseña su móvil, con un par de mensajes cruzados con Memphis. “Enhorabuena por tu fichaje por el Barcelona”. “Gracias, es un gran paso en mi carrera”, rezan los mensajes en el móvil de Arkie.

Rosa y Benny Matulessy, con una camiseta de Depay

Rosa y Benny Matulessy, con una camiseta de Depay / SPORT.es

“Memphis vivió aquí hasta los doce años, pero nunca ha olvidado su barrio. Fue aquí donde grabó este videoclip, fíjate”. Y Arkie entra en YouTube para enseñar el video ‘Blessing’, protagonizado por Depay y grabado en las calles de Moordrecht junto a los hijos de los inmigrantes de las Molucas. “¿Ves? Lleva un tatuaje que pone Moordrecht”, presume Arkie mientras sus padres, Benny y Rosa, entran en casa para buscar la camiseta del Lyon que Memphis les regaló el año pasado. Menos tímidos que su hijo, posan sonrientes.

Su primer equipo

A las afueras de Moordrecht están las instalaciones del Voetbal Vereniging (VV) Moordrecht, el club del pueblo. Aquí jugó Memphis entre los seis y los nueve años. Fue el primer equipo de su vida. En estas semanas de junio las puertas del Het Lage, nombre que bautiza el complejo deportivo, están cerradas, pero la cantina sigue abierta. Tras la barra atiende Alex Heileoop, fiel seguidor del Feyenoord.

“Memphis no estuvo mucho tiempo por aquí, pero le recuerdo como un chico muy ágil, siempre en movimiento, con una gran capacidad física”, dice. Su carácter también se recuerda. “Bueno, ya sabes, tiene fama de arrogante, ¿no?”, desliza Alex. “Desde pequeño siempre fue un poco rebelde y contestatario, quizá para salir adelante en un entorno complicado”.

El 'Cruyff Court' de Moordrecht lleva el nombre de Depay

El 'Cruyff Court' de Moordrecht lleva el nombre de Depay / SPORT.es

El entorno complicado al que se refiere Alex no solo tuvo que ver con el barrio y los choques raciales, también con su familia: su padre abandonó a su madre cuando Memphis tenía solo tres años. Por eso en su camiseta siempre luce su nombre, nunca su apellido. Su madre, Cora Schensema, vive ahora en Heeten, en el centro del país, en una casa que Memphis le compró el año pasado. Depay sigue muy vinculado a su abuela materna, Jans. También estuvo muy unido a su abuelo Kees, fallecido en 2009. “Cuando tenía cuatro años, Memphis le dijo a su abuelo que algún día jugaría en el Barcelona”, recordaba su abuela Jans en el diario ‘Volkstrant’.

Del VV Moordrecht, Memphis pasó a jugar al Sparta de Rotterdam y de ahí, al PSV. Su vida empezó entonces a distanciarse de Moordrecht. “Le vemos poco por aquí”, lamenta Soufiane Essekilli, un adolescente que mata el tiempo en el centro del pueblo con sus amigos.

“Mi hermano jugó con él”, apunta Amine Bicep, “pero hace tiempo que no viene a Moodrecht”. Su última visita fue hace dos años, cuando inauguró el ‘Cruyff Court’ que lleva su nombre. Las instalaciones se mantienen impecables, con sus porterías naranjas. No están en el barrio de los moluqueños, sino en una zona de canales y chalets en la que cuesta imaginar los conflictos que marcaron su infancia.