Marcó cuatro goles a un Espanyol sin pegada

Messi puso la guinda al pastel de Guardiola

El Barça solventó el último partido de la temporada en el Camp Nou con una nueva exhibición goleadora de un futbolista que está haciendo tanta historia como la que deja Guardiola: Leo Messi

Lluís Payarols

Hacía tiempo que no se vivía en el Camp Nou un derbi con tanta relajación deportiva. En la clasificación, nada que rascar por unos y otros. Solo la honrilla del resultado final, que no es poco teniendo en cuenta la rivalidad histórica. Y el Espanyol salió con ganas de llevarse el pastel de la fiesta que estaba preparada para el final. Solo con ganas, porque buscaba llevarse aquello en lo que el Barça de Guardiola siempre ha sido intratable: la posesión de balón. Pero solo fue la posesión. Pinto no sufrió en toda la primera parte.

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Liga BBVA

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Alineaciones
FC Barcelona
Pinto; Montoya, Puyol, Mascherano, Adriano (Cristian Tello, min. 77); Sergio Busquets, Keita (Cesc, min. 65), Thiago; Pedro, Messi e Iniesta (Xavi, min. 79).
RCD Espanyol
Cristian Álvarez; Javi López (Cristian Gómez, min. 59), Raúl Rodríguez, Héctor Moreno, Dídac; Baena, Forlín; Víctor Sánchez, Verdú (Rui Fonte, min. 79), Weiss y Álvaro (Coutinho, min. 65).

Fue un primer acto poco brillante y solo desperezado por la acción que supuso el primero de los goles de ese futbolista que no se cansa de hacer historia: Lionel Andrés Messi. Libre directo contra la portería del Espanyol, chut del rosarino envenenado tras tocar en el cuerpo de Forlín y primer aldabonazo hacia su particular cincuentenario. El Barça se adelantaba en el marcador sin hacer nada del otro mundo, en comparación con otros partidos.

Fue un gol para dar mayor tranquilidad. El trabajo de los españolistas evitaba el juego fluido de un Barça que no encontraba los espacios ni las opciones de acercarse a Cristian. En ataque, el único chispazo blanquiazul fue un libre directo ejecutado por Verdú muy desviado. Otro disparo de Álvaro Vázquez con el punto de mira en el Real Club de Polo fue toda la aportación ofensiva del conjunto de Pochettino en los primeros 45 minutos.

Al FC Barcelona le quedaba el recurso de las acciones a balón parado. Al filo del minuto 30, poco después de que Keita no pudiera aprovechar un gran servicio de Messi, Andrés Iniesta ejecutaba otro libre directo que Cristian Álvarez, bien colocado, esta vez desvió a córner. Para acabar de explicar lo que sucedió en esta primera parte, un nuevo 'free kick', esta vez lanzado por Messi y que acabó en el lateral de la red de Cristian. No había excelencia pero sí efectividad, lo justo para que la noche fuera feliz para los casi 90.000 que se acercaron a homenajear a Guardiola.

MESSI A MESSI, GOL A GOL

La segunda parte debía ser un ver pasar los minutos hasta el momento del esperado reconocimiento a Pep Guardiola en su adiós al banquillo del Barça, pero los jugadores del de Santpedor tenían ganas de más. Sobre todo uno que tenía en sus botas la posibilidad de hacer historia. Y la hizo. Vaya sí la hizo.

Dos destellos de Iniesta -primero en una combinación con Pedro y luego tras un servicio de Adriano -buen partido del brasileño- que el de Fuentealbilla envió fuera precedieron al segundo gol del rosarino. Bueno, esos destellos y un paso fugaz por el área de Pinto, donde el vehemente Baena reclamó un empujón de Montoya que Teixeira bien podía haber sancionado como penalti. No lo hizo.

Y sí lo hizo cuando Cristian Gómez, que acababa de salir por Javi López, tocó el balón con la mano ante Messi. El morbo estaba servido. Leo, con el balón a once metros de la portería del Gol Norte, la misma en la que estrelló el cuero en el larguero en las mismas circunstancias hace pocos días, ante el Chelsea. Pero esta vez el final fue feliz para él. Segundo gol de la noche, el número 48 en su tremendo total.

Tras el tanto, Guardiola movió ficha por primera vez. Keita se llevó la ovación tras dejar su puesto a Cesc Fàbregas. Fue tres minutos antes de que Forlín pusiera a prueba a Pinto y el andaluz demostrara por qué hay que confiar en él, sobre todo pensando en la próxima final de Copa. Y si no demuestra tanta confianza, como en una salida a por uvas ante una llegada de Weiss, ahí estaba el 'jefecito' Mascherano para salvar los muebles. Chut del españolista y cabezazo salvador del argentino.

Ese fue el primer disparo entre los tres palos de los de Pochettino, en el minuto 23 de la segunda parte. Pero la fiesta miraba hacia la portería de la Diagonal, después de un cambio de juego magistral de Adriano hacia la carrera de Messi, quien se hinchó de balón hasta cruzarlo lejos del alcance de su compatriota Cristian Álvarez. Otro 'hat trick' al zurrón de un Leo que situaba en 49 su cuenta de goles.

Y a once minutos del final, la guinda de quien fue guinda del pastel de Guardiola. Teixeira pitaba otro penalti a favor del Barça -curioso, cuatro penalties a favor en los dos últimos partidos- y Messi, otra vez certero, ligó póker dedicado a Pep, con abrazo incluido.

Pudo lograr el quinto en un nuevo contraataque que esta vez envió fuera, en los últimos instantes, pero cerró su cuenta en los 50 tantos que suponen una marca increíble, brutal, una 'puta barbaridad', como dijo Guardiola por otro concepto hace un par de temporadas. Messi se ha hecho grande a las órdenes de un entrenador que ha dado muchas alegrías a la afición que le despidió. Y cerró con goles el derbi menos intenso, pero acaso el más emotivo por lo que se vivió después. Se acaba una etapa, pero sigue el modelo, por si había dudas.