Messi se va a Argentina

Leo estará entre dos y tres semanas en su país tras conseguir que el club y su familia dieran el visto bueno

Finalmente Leo Messi ganó el pulso al club y a su familia y viajará a Argentina para proseguir con su recuperación de la rotura del bíceps femoral de su pierna izquierda que sufrió el pasado martes durante el partido ante el Celtic. En todo caso se trata de una decisión totalmente consensuada por las tres partes. Tanto es así que se ha pactado que los primeros días de su rehabilitación los pase en Barcelona para intentar acondicionar su pierna izquierda tras volver a sufrir una rotura importante -en esta ocasión de casi seis centímetros- en la parte alta del bíceps femoral. El club ha valorado el estado anímico del jugador -está muy afectado tras sufrir una segunda lesión grave en apenas tres meses- para dar el visto bueno a su marcha. El vicepresidente Marc Ingla y los padres de Leo eran de la opinión que era preferible que realizara toda la recuperación en Barcelona, pero la insistencia de Messi ha obligado a ser un tanto condescendientes y llegar a una decisión final que complaciera a todas las partes. Así pues, está previsto que la primera fase la realice en las instalaciones blaugrana donde se está sometiendo a sesiones de ultrasonidos con el objetivo prioritario de rebajar la inflamación y comenzar a consolidar la cicatriz.

Una vez que se haya reducido el desgarro y consolidado la zona afectada -aproximadamente unos diez días-, Messi podrá iniciar la segunda fase. Esta la realizará en su país y con la supervisión de un fisioterapeuta argentino de la máxima confianza de Leo. Se había hablado de la posibilidad de que fuera el recuperador del club, Juanjo Brau, quien acompañara a Messi en Argentina -como ya ha hecho en otras recuperaciones-, pero el club ha descartado esta opción porque Brau tiene un papel muy importante dentro del área de rehabilitación en el primer equipo y su ausencia durante dos o tres semanas se considera del todo innecesaria.

Esta segunda fase tendrá una duración máxima de unas tres semanas y constará ya de un trabajo de campo totalmente programado y "supervisado por los servicios médicos del Barcelona", como anunció ayer el comunicado médico enviado por el club. Leo realizará en esta fase un trabajo básicamente físico -carreras, multisaltos y circuitos- que tendrá como objetivo poder encarar la tercera fase en la mejor de las condiciones y habiendo ya realizado los primeros contactos con el balón.

Concluida la segunda fase regresará a Barcelona para encarar la recta final de su recuperación. Los servicios médicos le someterán a una ecografía de control para comprobar la cicatrización de la rotura y si todo está bien poder afrontar con plenas garantías la última fase de su rehabilitación. Entonces le tocará al recuperador Brau, tomar las riendas. Esta fase está previsto que dure poco más de dos semanas.

Con la calculadora en la mano y sumando las tres fases parece ya del todo imposible que esté el próximo 16 de abril en la final de la Copa del Rey en el caso de que el equipo supere las semifinales ante el Valencia. Todo parece indicar que Leo estaría disponible a finales de abril, por lo que su objetivo prioritario sería las semifinales de la Champions, que se jugarán el 21 y 22 de abril el partido de ida y 29 y 30 de ese mismo mes el de vuelta, si el equipo supera los cuartos.

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