Messi-Alba Sociedad Ilimitada

Toni Juanmartí

Toni Juanmartí

La marcha de Neymar al PSG desarboló una de las mejores parejas ofensivas que ha tenido nunca el Barça: Messi y Neymar. Neymar y Messi. El argentino y el brasileño se entendían a la perfección. Bastaba solo una mirada para generar peligro. La nueva realidad dejó preocupación entre el barcelonismo. "¿Con quién se asociará ahora el '10'?", se preguntaba gran parte de la afición. La llegada de Dembélé parecía dar la respuesta. Pero no. La lesión del galo y las preferencias tácticas de Valverde coronaron a Jordi Alba como nuevo socio del mejor del mundo.

La conexión Alba-Messi no es que haya nacido ahora. Ni mucho menos. Desde que fichó por el Barça, el lateral de L'Hospitalet ha entendido a la perfección el juego del rosarino. De hecho, la escena de Leo conduciendo el balón de derecha a izquierda esperando la aparición de Alba por el carril para asistirle en profundidad es una de las más habituales en todos los partidos del conjunto azulgrana.

Así llegaron tantos importantísimos para el equipo, como el de este domingo en Mestalla o, entre otros, el que Jordi marcó en la prórroga de la final de la Copa del Rey hace dos temporadas. Todos ellos con una asistencia teledirigida de Messi, preciso hasta límites inimaginables. De no ser así, esta sociedad no sería tan decisiva. Y es que, ante rivales que acumulan ocho y nueve hombres en su propio área, el espacio que queda entre su espalda y la línea de fondo es mínimo. Mínimo para todos, salvo para el mejor del mundo.

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La mejor prueba de que con el paso de los años el tándem Messi-Alba ha ido engrasándose sin parar está en las estadísticas. Todos los goles del lateral con la camiseta del Barça en los últimos tres años llevan la asistencia del argentino: cuatro de cuatro.

Dice la regla matemática que el orden de los factores no altera el producto. Y en el binomio azulgrana, la norma se cumple a rajatabla. Es más, la sociedad es igual o más determinante cuando es Jordi quien asiste a su compañero. De la misma forma que Messi sabe dónde y cuándo aparecerá el lateral, Alba también se sabe de memoria los movimientos del '10'. Siempre que llega a línea de fondo, el ex del Valencia busca el pase raso al punto de penalti, donde espera Leo para acariciar el cuero con el interior del pie. Se trata, sencillamente, de una cuestión de confianza. Jordi sabe qué hara Leo y éste sabe dónde se la pondrá Jordi. En su sexta temporada jugando juntos, el automatismo ya sale solo. Y aunque los rivales lo saben, no pueden frenarlo.

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En lo que va de temporada, el lateral ya ha servido cuatro dianas al rosarino con este movimiento: en campo del Alavés, en casa ante el Espanyol -por dos veces- y en San Mamés. Dicho en otras palabras, los cuatro pases de gol que ha dado el defensa en lo que va de Liga han tenido el mismo destinatario. Es evidente que se buscan. Y se encuentran.

LA PIZARRA DE VALVERDE, CLAVE

La salida de Neymar y la lesión de Dembélé dejaron huérfana la banda izquierda en ataque. Deulofeu cumplió cuando fue el primer elegido para sustituir al galo pero no convenció lo suficiente, por lo que Valverde optó por dejar libre ese espacio para las subidas de Jordi Alba. "Con la marcha de 'Ney' tengo más carril para subir y, sinceramente, para mí es mucho mejor", reconoció el propio lateral en una entrevista reciente a SPORT.

Aunque su tarea principal sigue siendo la de defender, sus espectacular momento de forma física le permite ayudar al equipo permanentemente en ataque. El demarque en profundidad que tiró en Mestalla en el minuto 82 y tras un partido intensísimo demuestran que el de L'Hospitalet está como una moto. Y comparte paddock con Messi. ¡Menuda dupla!

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