El mejor entrenador de Pedri

Era el minuto 79. El Camp Nou gritó tanto su jugada como cualquiera de los dos goles que ya había visto, de Aubameyang y Dembélé. O más. “¡Ohhhh!”. El túnel de Pedri (Tegueste, 25 de noviembre de 2002) a Balenziaga fue de época. De espaldas, pegado a la cal, sin pase... No fue una concesión a la galería sino un recurso ante una situación complicada del juego. “Estaba cagado por si perdía el balón”, manifestó después.

En ese rincón del Camp Nou a Pedri le vino a la cabeza su error ante el eterno rival. Era la temporada 2018-19, su primera en Las Palmas, recién llegado del Juventud Laguna. De repente, en una zona donde no debía jugársela tomó una mala decisión, perdió el balón y el Tenerife marcó el gol de la victoria. Y con él, ganó media Liga de División de Honor juvenil, un hecho extraño ya que por esos lares la Unión Deportiva Las Palmas impone su ley casi de manera implacable -ha ganado 14 de los últimos 16 campeonatos-. Pedri quedó destrozado. Sin embargo en el club, Manuel Rodríguez Marrero, más conocido como ‘Tonono’, Director de Formación del club amarillo, ni se inmutó. En ese momento, tras la derrota y aún en caliente, le lanzó un simple: “Sigue siendo atrevido”; al día siguiente, más reflexivo, le habló sobre la lógica del juego y las diferentes zonas del campo donde ejecutarla. Pedri aprendió rápido.

Hoy Tonono andaba preocupado con algunos aspectos de la coordinación del club. Es tan obsesivo con la captación y formación de talento que cualquier pequeño detalle le altera la vida. Pedri ya pasó pero es imposible olvidarle porque, en la cantera amarilla, no ha sido un futbolista más. De hecho, no tiene aspecto de ser uno más en el fútbol español. O incluso, en el mundial.

ADN Barça

¿Cómo es posible que un jugador procedente de la cantera de la UD Las Palmas sea más puro en su ADN que los propios jugadores salidos de La Masía? Hay tres elementos fundamentales para responder la cuestión: el primero, la inteligencia natural de Pedri; el segundo, su capacidad de aprendizaje, y el tercero, la figura de Tonono, el técnico que en una edad clave le dio método a todo ese caudal de talento callejero.

Tonono (Arucas, 20 de abril de 1959) fue un discreto jugador de la Segunda División B que sin haber cumplido los 18 años ya tenía claro que iba a ser entrenador. El balón le llevó a jugar a Bigastro, Alicante, donde rápidamente fundó a principios de los 80 una Escuela de Iniciación que le dio renombre para exponer en el I Congreso de Escuelas de Fútbol celebrado en Gijón y organizado por el Sporting. Ya entonces había decidido cuál iba a ser su modelo de formación: el de Laureano Ruiz, entrenador cántabro que llegó al Barça en 1972 después del enfado del presidente Agustí Montal tras observar que su equipo juvenil había perdido la final del Campeonato de Catalunya ante el C.F. Damm: “¡Podemos perder contra un equipo de fútbol!, exclamó, “¡pero jamás contra una fábrica de cervezas!”.

Laureano Ruiz introdujo en el Barcelona un método futbolístico tan revolucionario que el equipo juvenil ganó, de manera consecutiva, cinco Campeonatos de España consecutivos (1973-1977), un registro que ningún club ha logrado igualar. Tonono fue a Barcelona para conocer a Laureano, con quien una década después tuvo la suerte de trabajar en los primeros Campus de verano que se organizaron en todo el estado español bajo la dirección del maestro cántabro. Hoy es considerado el abuelo del método que llevó al Barça a ser admirado como el mejor club del mundo. Lo siguiente se conoce de sobras, ya saben, Johan Cruyff fue el padre de la idea trasladándola al fútbol profesional y Pep Guardiola, el hijo, sublimándola. Ahora el barcelonismo espera que Xavi lidere la cuarta generación...

Entendimiento y fundamentos

Tras pasar por Andorra, Tonono fue reclutado de nuevo por el club de su vida en 2005. Decidió repetir el formato de Laureano buscando una formación basada en el talento y en los jugadores inteligentes. Se trata de que el niño adquiera los fundamentos técnicos necesarios para enfrentarse a las necesidades del fútbol profesional buscando ganar tiempo en cada acción, mirando antes y después de recibir el balón, dejándolo correr, la posición del cuerpo, los controles orientados, las recepciones giradas, etc. En lo táctico, entendiendo el juego para darla y salir, correr o pararse, pasar el balón al pie o hueco, para tocar, conducir o regatear, etc. Y todo, atendiendo a una buena colocación porque sin obsesionarse con el músculo y sin correr más de lo necesario se puede destacar también en la presión. ¿Les suena? Nada es lo mismo cuando las decisiones son acertadas o equivocadas. Ahí está la diferencia.

“Los peores enemigos de la formación” repite Tonono, “son el aburrimiento, la tecnología y el entrenador”, llevando al extremo y con su peculiar humor canario su incondicional defensa de las esencias del balón, según él, “el mejor amigo del futbolista”. Laureano Ruiz ha estado seis veces en las instalaciones de la UD Las Palmas ofreciendo metodología y formación a los entrenadores y lecciones, a los futbolistas.

“A mí me gusta explicarles a los niños que todo eso que aprenden aquí tiene que ver con Laureano Ruiz, un sabio de más de 80 años que es más moderno que todos los jóvenes entrenadores que basan sus métodos en la tecnología y que suelen quedar en fuera de juego cuando empieza a rodar el balón”, dice Tonono. “Un día me dijo Pedri... el entrenador quiere que juegue rápido, o sea, a un toque. Tiene razón: debes jugar rápido, pero con los toques que convengan para cada acción. De lo que se trata es de que el jugador sepa jugar porque entonces lo podrá hacer en cualquier sistema. Con Koeman, con Xavi, con Luis Enrique o con cualquier otro técnico”, cree Tonono. No es casualidad que Jonathan Viera y Messi, los cracks del momento en Las Palmas y Barcelona, conectaran rápidamente con el niño Pedri...

El equipo Esperanza

Viendo la conexión Laureano Ruiz-método Barça-Tonono uno puede entender que Pedri comparta muchas de las esencias futbolísticas de La Masia que, en Las Palmas, se llama ‘La casa amarilla’. Allí leyó y se fotografió con el penúltimo libro de Laureano Ruiz, ‘El auténtico método del Barça’ (Lectio ediciones, 2013); repasó miles de conceptos futbolísticos sobre la vieja pizarra magnética ideada por Albert Collado -quizás la primera de estas características jamás vista- y que Tonono se trajo de Cataluña hace cuatro décadas; y defendió su prestigio jugando partidos interminables de tenis-pie, un ejercicio de técnica pura, con el objetivo de acabar con la leyenda guanche que sostiene que Tonono jamás perdió un partido. ¿Tampoco ante Pedri? “¡Tampoco!”. Habrá que contrastar la información...

En Las Palmas es tradición que los futbolistas suplentes del primer equipo jueguen cada lunes o martes un partido contra el ‘Equipo Esperanza’, formado por jugadores del equipo filial, del C y del juvenil. “Para los jóvenes es una motivación enfrentarse a los profesionales y para el club, una herramienta maravillosa para encontrar equilibrios, por ejemplo, con jugadores a los que hay que cuidar. Por ejemplo, Pedri”, recuerda Tonono, máximo responsable del fútbol base grancanario. “Jugando contra el Equipo Esperanza, Pepe Mel, técnico del primer equipo, descubrió a Pedri. ¿Quién es ese chaval tan delgadito?”. Ya no lo olvidó jamás. Con 16 años lo hizo debutar en Segunda División A.

Y después llegó el Barça. “Y ahí está, en el Camp Nou, líder por talento e inteligencia, tan humilde y maduro como siempre, escuchando, aprendiendo y autoexigiéndose”, reflexiona Tonono, “pero demostrando que el mejor entrenador de Pedri es, cada día, el propio Pedri”.