El mejor Ansu Fati está de vuelta

La inverosímil asistencia de Messi que Ansu Fati no podía desaprovechar

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Lo necesita el Barça. Un partido para volver a soñar. Una actuación convincente con la que proyectar un futuro mejor. Pero ayer se quedó a medias ante un rival asequible, el Levante, a pesar de jugarse en la zona de confort del equipo esta temporada: el Camp Nou. 

A una primera mitad  para creer le siguió una segunda parte desconcertante. Un Barça de claroscuros que terminó sosteniéndose por los goles de un Ansu Fati eléctrico y las asistencias, una de ellas descomunal, de Leo Messi.  

Insistió Setién con el dibujo clásico (4-3-3), pero no se le puede negar al técnico su interés en agitar al equipo. Esta vez con un matiz para intervenir en una de sus mayores preocupaciones: el trabajo defensivo sin balón.

El Barça se defendió con un 4-2-3-1, juntando a De Jong y Busquets en el doble pivote y liberando a Messi del trabajo de desgaste.

Y en los primeros 45 minutos le salió bien la jugada a Setién y el equipo exhibió un repliegue más compacto sin dejar de ser atrevido. La imagen de Piqué y Lenglet adelantadísimos definía la puesta en escena del Barça. Y arriba volvió la mejor versión de Ansu Fati.

El canterano recuperó la pólvora y exhibió esa forma de armar el pie rapidísima, de impacto súbito, tan suya. Dos goles marcó. Dos goles por debajo de las piernas de Aitor Fernández, que no tuvo tiempo de anticipar las intenciones de Ansu.

El extremo tenía prisa por marcar, porque no lo hacía desde la última jornada de la Champions. Y con sus dos tantos firmó su enésimo récord: el más joven en bigolear en este siglo XXI en la Liga.

Conviene recordar que Ansu sigue teniendo solo 17 años,a pesar de que juegue en el Camp Nou con una naturalidad asombrosa. A pesar de que no dude ni le queme la pelota. Así lo siente Messi, que lo busca una y otra vez, como ocurre solo con los escogidos. Aquellos en los que cree el ‘10’.  

Como en los dos primeros goles del equipo, el primero con una asistencia desde cuarenta metros con una pase raso. La obra de un genio. Necesitaba el Barça los tres puntos para no descolgarse del Madrid.

Pero también un encuentro que animara las expectativas. Lo logró, un buen rato en unos primeros 45 minutos que fueron de lo mejor de la temporada. Una primera parte ilusionante en la que se vio el mejor Semedo desde que llegó a Barcelona.

El despliegue del portugués fue, esta vez sí, la de un lateral top. Una mezcla de potencia y control espectacular. Semedo fue un delantero más, pero le añadió un punto de pausa, que hasta ahora ha sido su particular talón de Aquiles. 

Malos hábitos heredados

Lo dijo en su presentación Setién: este Barça tiene fases de juego brillantes pero le falta continuidad. Y desde que llegó insiste en la idea, aunque sus jugadores no terminan de lograrlo.

Ayer volvió a ocurrir lo mismo. También cambió la puesta en escena, porque tras el paso adelante del Levante, el Barça trató de buscar la portería de Aitor Fernández más rápido de lo que le gusta al técnico. Por el camino perdió control y le sobró precipitación. Concedió demasiado.  Y terminó llegando el gol del Levante. 

Un susto que fue un baño de realidad. Y que deja entrever que a este equipo le queda un largo camino para ser el Barça de Setién. De momento deja buenos momentos y sobrevive. Ayer con Ansu y Messi, una sociedad que invita a pensar en grande.