El discurso más frío de Neymar

Neymar se despidió de sus compañeros

Neymar se despidió de sus compañeros / Marc Casanovas

Ni aplausos, ni ovación, ni lágrimas, ni... Uno de los testigos que estuvo allí dentro en el momento en que Neymar se dirigió al vestuario para coger los bártulos de su taquilla y despedirse la calificó, simple y llanamente, como “muy fría y fugaz”. Unos adjetivos que bien se podían otorgar a sus regates en el campo. “En poco más de diez minutos se ha despedido”, aclaraban, para dar a entender que su paso ha sido tan fugaz como extraño.

Antes de despedirse de algunos de sus compañeros con los que ha compartido cuatro años de muchas glorias y algunos fracasos, se reunió con Ernesto Valverde en su despacho profesional de la Ciutat Esportiva. Tampoco ahondó mucho en sus argumentos, le explicó con tono sereno y tranquilo al entrenador que necesitaba un permiso para cerrar su traspaso al PSG: el entrenador extremeño, que ha sido monaguillo antes que monje, se lo dio, despidiéndose del jugador con un simple estrechón de manos.

Tono bajo

Después llegó el momento de la verdad, Cuando se dirigió a sus compañeros para comunicarles que se marchaba. La verdad es que solo fue sorpresa para unos pocos porque ya durante los últimos días en la gira había comunicado a sus más allegados que la decisIón ya estaba tomada y era irrevocable. Esa información corrió como un reguero de pólvora allá dentro.

Pero faltaba que Neymar lo dijera al vestuario de manera ‘oficial’, Esperó a que estuviera toda la plantilla, incluidos Ter Stegen y André Gomes, los últimos en llegar, para decirlo. En poco más de treinta segundos se quitó un peso de encima, con un discurso de tono bajo y básicamente de agradecimiento, en el que quiso destacar los años que ha disfrutado del fútbol con el equipo, asegurando que “os seguiré llevando en mi corazón”.

A partir de aquí, uno por uno se fueron abrazando todos sus compañeros con el jugador. Evidentemente los abrazos más efusivos fueron de aquellos que han compartido con el crack los momentos más duros de estos últimos días como Gerard Piqué, su auténtica alma gemela y consejero áulico, quien llegó a bromear sobre su futuro. Las otras dos patas del tridente, Messi y Luis Suárez, también fueron muy efusivos en su despedida, así como jugadores como Umtiti, Alba y Aleix Vidal, con los que había tenido mucha sintonía. Los brasileños Douglas y Rafinha hicieron un aparte, ya que formaban parte de su círculo más íntimo.

Pero, pese a estos momentos puntuales, la sensación general que se vivió en el vestuario no era de tristeza. Es un palo deportivo porque nadie que venga superará en calidad a Neymar, pero “aquí tenemos al mejor del mundo”. Y eso no lo podrá decir el PSG. Todavía no.