Haaland se debate entre un equipo inglés y otro español

La reciente eliminación de la Europa League, a manos del Rangers de Glasgow, seguro que ha dado más razones a Erling Haaland para salir del equipo alemán en este mercado veraniego.

Si ya el bajón del equipo, incapaz de luchar contra los mejores en la Champions y en la Bundesliga, era un factor a tener muy en cuenta para salir de Dortmund, esta eliminación es la gota que colma el vaso.

Ahora viene lo interesante, la puja que se va a formar para firmar al que es ya uno de los mejores delanteros del mundo. El que está en la pole es quizás el que más le necesite. Hablamos del Manchester City, el único gran equipo de Europa que no tiene un nueve puro. Lo cierto es que casi ni lo necesitan. Se quedaron a las puertas de fichar a Harry Kane el pasado verano y ni esa decepción les ha frenado. También cuenta a su favor el hecho de que el padre de Haaland jugó en el equipo.

Segundo en la lista está el Real Madrid. Los Blancos necesitan un nueve de garantías para cuando se vaya Karim Benzema, que ya tiene 35 años, y una nueva estrella con la que inaugurar el Santiago Bernabéu. Además, después de años de austeridad, parecen tener el dinero suficiente para emprender tanto esta operación como la de Kylian Mbappé.

A partir de aquí se diluye la pelea. Está el Chelsea, pero los de Thomas Tuchel tendrían que dejar salir, como mínimo a Romelu Lukaku, para poder acometer un fichaje de esta envergadura. También está el Bayern de Múnich, pero para que Haaland llegue al Bayern primero tendría que salir Robert Lewandowski. En contra de los bávaros juega el hecho de que Haaland ya estará un poco cansado de la Bundesliga y querrá probarse en una liga de mayor nivel.

Ni PSG, ni Manchester United, parecen tener muchas opciones en esta batalla, todo lo contrario al Barcelona, uno de los equipos que se reunión con Mino Raiola en su día para hablar del futuro del noruego.

Es el principal objetivo de la directiva de Joan Laporta, porque sería de los pocos fichajes capaz de ilusionar de nuevo a la afición. Mucho cuidado con los Blaugrana, porque se pueden llevar el gato al agua.