El neerlandés Mathieu Van der Poel (Alpecin Fenix), apenas podía creer en la meta de Oudenaarde que había ganado su segundo Tour de Flandes, después de un comienzo de temporada complicado por las lesiones y de una carrera en la que el esloveno Tadej Pogacar le puso al límite. “A principios de año ni siquiera estaba seguro de que pudiera llegar a disputar las clásicas, por lo que ganar el Tour de Flandes de nuevo es algo increíble”, dijo Van der Poel en la meta. Van der Poel admitió haber pasado por grandes dificultades ante los ataques de Pogacar, principalmente en el Viejp Kwaremont y en el Paterberg.
“En Kwaremont y Paterberg me preocupé solo de mantenerme a la rueda de Pogacar. Se mostró especialmente fuerte en esos muros, especialmente en el Paterberg, donde pasé por una situación límite”, admitió el rey de Flandes. Una vez superados los apuros en las últimas cotas del día, Van der Poel planificó el esprint, donde finalmente se impuso.
“Después de Paterberg tuve algunos kilómetros para recuperar un poco las piernas y me pude preparar para el esprint. Al final se complicó cuando llegaron los otros corredores de la escapada, pero logré una victoria muy especial. Es increíble. He trabajado muy duro para esto”, concluyó.
