Cada ciclista es como una película de cine porque el cine es un reflejo de la vida. Y estos seis hombres nos dejaron el mismo sabor de boca que nos dejan las buenas películas.
1. Carlos Rodríguez: Érase una vez América
Va mucho más allá de su quinto puesto en el Tour. Va mucho más allá de su victoria en Morzine. Es la sensación de que en él hay un potencial ganador del Tour y de que no habíamos visto nada igual desde la aparición de Perico Delgado en el Tour de 1983. O sea, que 40 años después ha aparecido Carlos Rodríguez (2001) como un antídoto frente a Vingegaard y Pogacar. Sí es verdad que la tercera semana del Tour se le hizo larga y que sufrió una caída muy inoportuna. Pero que nadie se olvide que Carlos tiene 22 años y que esto no hizo más que empezar.
2. Pello Bilbao: ‘Vértigo’
Nunca será el mejor, pero ya es de los mejores. En un ciclismo tan joven, Pello Bilbao (1990) ha ofrecido lo mejor de sí mismo a partir de los treinta. De hecho, nos preguntamos donde está su límite con la misma impaciencia que buscamos las llaves de casa cuando no las encontramos. Yo seré más claro aún: ¿le queda tiempo a Pello Bilbao para llegar al podio del Tour de Francia? De momento, en 2023 nos ha regalado las entradas del parque de atracciones. Y de ahí no nos queremos ir. Sexto en la general, ganó esa etapa que no se atrevía a ganar nadie tras 1.816 días de sequía del ciclismo español en el Tour. Pero entonces ahí apareció él.
3. Mikel Landa: ‘No habrá paz para los malvados’
El 13 de diciembre celebró feliz su 34 cumpleaños. Muy feliz. ¿Motivo? Aún le dura la resaca de la tercera semana de la Vuelta a España, donde Mikel Landa (1989) volvió a disfrutar del ciclismo y a rendir como nos gusta a los aficionados. Sabemos que el tiempo ha pasado y que quizá ya no vuelva al podio de una grande. Pero tampoco se lo pedimos. Landa, por encima de estadísticas, son sensaciones y esas emociones fuertes que tantas veces nos ponen entre la espada y la pared. Y por algo se creo el Landismo, que dice algo así como que en esta película no existe el término medio.
4. Ayuso: ‘Casablanca’
No fue el año que teníamos preparado para él. Pero también es verdad que una lesión impidió a Ayuso (2002) llegar como deseaba a la Vuelta a España y plantar cara al Jumbo-Visma. Pero aun así fue cuarto en la general. Mostró la ambición de la gente que no se conforma con el menú del día. Prometió que el año próximo será mucho mejor. Y para los que somos impacientes por naturaleza su fecha de nacimiento nos recuerda que Juan Ayuso sólo tiene 21 años. Es más, los cumplió no hace mucho: el 16 de septiembre. Así que nos sobra tiempo hasta para irnos de vacaciones en Navidad.
5. Ion Izaguirre: ‘Hasta que llegó su hora’
Aún recordamos el 13 de julio. Aún recordamos su victoria en Beaujolais, en la 12ª etapa del Tour de Francia, en la que Ion Izaguirre (1989) nos hizo llorar de emoción: “He pensado en mi hija. Muchas veces nos perdemos la cosas bonitas de la familia y esto va por ella”. Su hija cumplía cuatro años ese día y un viejo rockero del ciclismo como su padre le hizo el mejor regalo del mundo con esa etapa del Tour. Y la realidad es que hacía siglos desde su última victoria: 6 años, 11 meses y 20 días. Pero esa es la ventaja de que exista gente como Ion Izaguirre que nunca jamás se dará por vencido.
6. Oier Lazkano: ‘Gladiator’
Acabamos de abrir el libro y estamos en el prólogo. Pero tiene una pinta tan brutal que estamos deseando conocer ya al final. Es más, en el primer año sin Alejandro Valverde necesitábamos alguien como Oier Lazkano (24 años recién cumplidos en noviembre). Un joven de 1,90 que se proclamó campeón de España y que hizo una Vuelta a Burgos de cine, donde parecía que iba en Fórmula 1. De acuerdo que aún es un escenario de segunda fila. Pero en 2024 hablamos. De momento, cuando le preguntan a él a qué aspira en el futuro contesta como un campeón: “A mi edad, debo mejorar en todo”. Oier Lazkano (1999) en estado puro.
