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La impactante revelación de Maas: “No paraba de toser sangre, así que me entró el pánico”

@janmaasss

En una Vuelta a España marcada por la adversidad del equipo australiano Jayco AlUla, Jan Maas se convirtió en protagonista de una historia que va más allá de los límites del ciclismo y que le llevaron a enfrentarse a una doble batalla: una contra su propia salud y otra contra el temor de abandonar la carrera en lo que era su debut en una Gran Vuelta.

Maas confesó que su participación en la Vuelta se complicó en la decimotercera etapa, cuando sufrió una caída en el descenso del Aubisque, fracturándose las costillas. Lo sorprendente no fue la lesión en sí, sino la decisión consciente de ocultarla por miedo a ser apartado de la competición.

Finalizó en el puesto 137: “Si me hubiera rendido, me habría sentido un perdedor”

Admite que pasó del “me siento genial” a un modo de “supervivencia/zombi”. “En realidad sabía que me las había roto, pero no quise hacerme una radiografía”. Tenía miedo de que el médico, la organización o quién sabe qué, me dijera: no puedes realizar tu sueño, no puedes terminar la Vuelta. Así que intenté terminar”.

El corredor de 27 años que acabó llegando a Madrid en el puesto 137 reveló que, a pesar de las dificultades, continuó compitiendo con los síntomas de la fractura y otros problemas de salud. “Con una costilla rota o magullada, eso no es muy agradable….No se lo dije a nadie, pero los dos o tres últimos días también escupí sangre en los finales de etapa”, compartió Maas.

El coraje del ciclista holandés se puso a prueba cuando, tras finalizar la Vuelta a España, se dirigió al hospital, donde los médicos le diagnosticaron no solo las lesiones en las costillas, sino también infección pulmonar con presencia de sangre en ellas. “No paraba de toser sangre, así que me entró el pánico”, relató sobre la noche siguiente a la carrera.

“Si me hubiera rendido en la Vuelta, me habría sentido un perdedor“, admitió.

La historia de Jan Maas no solo destaca por su determinación y arrojo en la competición, sino también por la presión y las expectativas que enfrentan los ciclistas en la búsqueda de la excelencia en el exigente mundo del ciclismo profesional.

 


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