Activa los músculos, ayuda a la recuperación de lesiones y contribuye a aumentar la resistencia muscular. Son muchos los beneficios que se atribuyen a la estimulación en ciclismo y otras disciplinas deportivas, pero, ¿cuánto hay de verdad y cuánto de mito? La electroestimulación tiene ventajas, sí, pero también una letra pequeña que hay que considerar. Y mucho mucho marketing detrás.
Qué es la electroestimulación
Se trata de una técnica en la que se utiliza la corriente eléctrica para que se produzca la contracción muscular, de un modo parecido a la señal que envía el sistema nervioso central para controlar los movimientos de los músculos.
Los aparatos de electroestimulación están compuesto por electrodos que se colocan sobre determinadas zonas del cuerpo, y van conectados a una máquina con diferentes niveles de intensidad. Los impulsos eléctricos alcanzan incluso fibras musculares que no se activan en un entrenamiento normal.
A la hora de aplicarla, los especialistas fijan una pauta de entrenamiento semanal, según las necesidades del deportista. Por ejemplo, tres días de iniciación muscular en cuádriceps y dorsal, isquiotibiales y pectoral y gemelos y bíceps; otros tres de firmeza en los mismos grupos musculares y un séptimo día de descanso.
Esta pauta se combina con el entrenamiento por disciplinas. El libro La electroestimulación: entrenamiento y periodización pone un ejemplo que señala como ideal para personas que practican ciclismo de montaña:
- Lunes: 40 min de rodillo + resistencia aeróbica
- Martes: Capilarización en toda la pierna
- Miércoles: Resistencia aeróbica en cuádriceps
- Jueves: 40 min de rodillo + capilarización en toda la pierna
- Viernes: Descanso
- Sábado: Salida larga en BTT
- Domingo: Salida larga en BTT
Beneficios de la electroestimulación en ciclismo
Al comprobar cómo en la planificación de entrenamientos se combina la electroestimulación con la práctica deportiva, se puede extraer una conclusión: la EEM permite optimizar el trabajo muscular y ganar tiempo. Es una de las ventajas que señala este artículo, pero hay más:
- Potencia el aumento del tono muscular localizado.
- Favorece el aumento del volumen muscular, más incluso que un entrenamiento con sobrecargas.
- Aumenta la fuerza explosiva.
- Favorece la resistencia local, por la actuación sobre las fibras.
- Sirve como complemento en las terapias de disminución del porcentaje de grasa.
- Regenera y oxigena los tejidos.
- Favorece la recuperación de lesiones, y las previene.
- Merma el dolor en episodios de cervicalgia, lumbalgia o epicondilitis, entre otros.
Es habitual que, al diseñar un entrenamiento con EEM, se tengan en cuenta objetivos específicos. Por ejemplo, en un programa de adaptación se contemplan metas como mejorar el rendimiento muscular y las cualidades contráctiles del músculo, aumentar los intercambios celulares en los músculos que se someten a electroestimulación y mejorar la microcirculación. Sirve de base para aplicar otros programas y, en el caso de personas sedentarias o que han atravesado un largo periodo de inactividad, ayuda a la reactivación muscular
Entonces, ¿es realmente útil?
A pesar de lo anterior la EEM no es la panacea ni está pensada para jubilar al rodillo o la bicicleta, lo que además obviaría los beneficios psicológicos del ejercicio físico.
Con un buen diseño, es útil. El licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Ángel Pavón, comparte sus impresiones en este artículo de SportTraining. Obtuvo sensaciones satisfactorias por la memoria muscular de la zona trabajada.
Al realizar las pautas establecidas en el programa, vio reforzada la musculatura de la espalda por la postura y por el rendimiento en el entrenamiento, lo que conllevó la reducción del cansancio y el retraso la fatiga. Le permitió, por ejemplo, centrarse en el pedaleo y no preocuparse tanto por la conservación de una buena postura.
En el artículo ya mencionado de Piti Pinsach, también licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, se citan estudios que demuestran la eficacia de la EEM en la recuperación de lesiones, el rendimiento deportivo o el aumento de la masa muscular. Eso sí, también lanza una advertencia: la totalidad de los especialistas coinciden en la necesidad de implementar una práctica conjunta de las actividades motoras para lograr resultados.
La electroestimulación es muy útil como complemento, pero no te pondrás en forma en el sofá de tu casa, como muestra la publicidad, ni te hará perder peso de manera significativa sin hacer dieta. Es más, como indica el instructor Fernando Troyanksy a BBC, hay que tener cierta forma física para someterse a un entrenamiento.
Posibles efectos secundarios y peligros
A los beneficios probados de la electroestimulación se une el marketing, de manera que, en los últimos años, se ha vendido como un servicio cuasimilagroso. Han surgido los centros de electro-fitness basados en esta tecnología, y muchos gimnasios lo ofrecen como servicio. Los chalecos de electroestimulación, por ejemplo, están de moda, y la promesa es una estimulación simultánea de hasta decenas (incluso centenas) de músculos del cuerpo. Ante esto, conviene advertir sobre los riesgos.
Como recuerdan desde la clínica de fisioterapia de Madrid Innofisio, los chalecos y la electroestimulación local convencional está contraindicada en personas que sufren:
- Algún síndrome metabólico, como la diabetes o la hipertensión. Tampoco se aconseja a quienes padecen obesidad.
- Alguna enfermedad inflamatoria, como la artritis reumatoide, el lupus, la artritis psoriásica, la espondilits anquilosante, etc.
- Alteraciones en la circulación, más aún si llevan marcapasos.
- Irritaciones, quemaduras o heridas en la piel.
Se calcula que 10 minutos de electroestimulación equivalen a una hora de esfuerzo máximo para los músculos, según Innofisio, lo que conlleva desgaste. Insistimos, por lo tanto, en lo ya señalado: una persona con un bajo estado de forma estaría trabajando por encima de sus posibilidades, lo que no se recomienda. Se incrementa el riesgo de que, en esa contracción simultánea de un alto número de músculos, se produzca la rotura masiva de fibras.
Cuando las fibras se rompen, liberan a la sangre una sustancia llamada creatinfosfoquinasa (CPK). El riñón lo filtra y lo elimina, pero, si la cantidad es muy alta, puede dar lugar a complicaciones. Innofisio señala la rabdomiólisis, una enfermedad derivada de un daño muscular exagerado. Puede dar lugar a insuficiencia renal.
Para evitar los riesgos de las electroestimulación, la solución es ponerse en manos de expertos que puedan evaluar tu condición física y calibrar si tu historial médico haría su uso contraproducente. Puedes ser muy útil como complemento siempre que se establezca una buena pauta, en la que se tenga en cuenta la intensidad y la frecuencia.
Bibliografía:
Centro Europeo de Empresas e Innovación de Valencia (2018). Riesgos y contraindicaciones de la electroestimulación. En https://acortar.link/L5LvRH
Innofisio. Chalecos de electroestimulación. ¿Qué riesgos tienen? En https://www.innofisio.com/chalecos-de-electroestimulacion-que-riesgos-tiene/
Fernández, P., Rodríguez, B., Brunet, P., & Requena, S. (2004). La electroestimulación, entrenamiento y periodización. Barcelona: Paidotribo. En https://academia.edu
Pavón, Á. Una herramienta para retrasar la fatiga muscular. En https://angelpavon.com/wp-content/uploads/2017/11/electroestimulacion.pdf
Pinsach, P. ¿La electroestimulación funciona? En https://www.emagister.com/uploads_courses/Comunidad_Emagister_20661_20661.pdf
Redacción BBC. 5 mitos y verdades de la electroestimulación muscular. Edición digital de BBC. En https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/05/150512_deportes_en_forma_electroestimulacion_mitos_beneficios_ejercicios_jmp
