Primavera y otoño son épocas especialmente lluviosas. Muchos ciclistas prefieren quedarse en casa haciendo rodillo o con la bici estática en estas épocas a la espera de un tiempo más benigno.
Y es normal, la lluvia puede ser incómoda, peligrosa e incluso puede conllevar más de un constipado si no se va lo suficientemente abrigado. Pero también es verdad que rodar con lluvia es más épico e incluso puede ser especialmente divertido. Eso sí, tomando las precauciones adecuadas.
De hecho algunos de los países con más tradición ciclista tienen una meteorología más bien “complicada”, con pocas horas de luz en invierno, más frío, más lluvia, más nieve, menos horas de sol… Sin embargo no por ello dejan de salir con sus bicis, ya sea por ocio o incluso para ir al trabajo aunque se avecine un vendaval.
Por eso hemos recopilado algunos consejos básicos para que no dejéis de salir con vuestra bicicleta aunque el hombre del tiempo dé chubascos para las próximas horas o los próximos días.
Atención a la carretera
Lo primero que debes tener en cuenta es el estado de la carretera por la que circules y los elementos que la componen. Aunque conozcas bien la ruta por la que vas a rodar, la lluvia hace que sea más peligrosa de lo habitual.
Desgraciadamente las líneas blancas de señalización son especialmente resbaladizas, por lo que deberemos prestar especial atención a ellas procurando evitarlas.
Además, el asfalto no tiene la misma adherencia cuando está seco y mojado lo cual, unido al tipo de gomas que llevemos, puede resultar especialmente peligroso. Es importante saber qué tipo de cubiertas llevamos y, si sabemos que vamos a rodar habitualmente por zonas mojadas, quizá te convenga cambiarlas o tener dos pares de ruedas.
Evidentemente esta falta de adherencia nos hará ir con más cuidado en las bajadas y sobre todo en las curvas. Incluso cuando deja de llover el asfalto puede estar mojado y nuestra adherencia ser muy reducida.
Por último, presta especial atención a los charcos. Allí donde se forma un charco en muchas ocasiones hay un bache en la carretera del cual no sabrás su profundidad.
Luces y prendas llamativas
Con la lluvia la visibilidad se reduce, por lo que es más importante que nunca hacernos notar en la carretera. Los conductores pierden referencias y cuando hay lluvia la velocidad de reacción y frenado también es menor.
Llevar ropa reflectante y siempre tener las luces encendidas es esencial para advertir al resto de usuarios de la vía de nuestra presencia. Nos ahorrará más de un susto.
Mira la previsión del tiempo
Conocer el tiempo que hará es esencial para planificar la ruta y vestirnos de manera correcta. Revisar las previsiones en distintas páginas web nos permitirá conocer con antelación qué nos vamos a encontrar y, en un momento dado, cambiar de ruta si vemos que las condiciones meteorológicas son demasiado adversas.
Abrígate por capas
Llevar varias capas de abrigo e impermeabilidad es esencial. Muchas veces empieza a llover por rachas o según la vertiente de un puerto. Tener a mano una capa impermeable nos asegurará sequedad y confort. Además, las nuevas prendas textiles están creadas para su uso deportivo en estas condiciones adversas, por lo que tendremos la seguridad de que, cuando sea necesario, cumplirán su función impermeable.
Si eres friolero o tus pies sufren con el frío y la lluvia no dudes en ponerte unos patucos sobre las zapatillas. Además de cortar el viento las hay con capas impermeables que aseguran la estanqueidad de los pies.
Casco y gafas
El uso del casco huelga decir que es imprescindible (además de obligatorio en la mayoría de los casos cuando cogemos nuestra bici). Sin embargo mucha gente piensa que las gafas son solo para los días de sol. Con lluvia también deberemos llevar gafas, aunque sean con un filtro solar mínimo o incluso inexistente.
Llevar gafas nos permitirá tener siempre los ojos abiertos incluso cuando nos va dando el aire (y la lluvia) en la cara. De hecho, más allá de la lluvia nos protegerá de otros elementos como posibles piedras que salten de las ruedas de otros ciclistas o los coches e incluso de insectos voladores que puedan interponerse en nuestro camino.
