Los ciclistas estamos obsesionados con el peso de cada uno de los componentes que llevamos montados en nuestras bicis. Obsesionados con los datos de Strava. Obsesionados con los gadgets que nos prometen una mejorar brutal de nuestro rendimiento. Sin embargo, en ocasiones aplicar el sentido común es lo más sencillo para conseguir hacer nuestras bicis más veloces. Tanto si eres de subir de pie dándolo todo como si prefieres subir sentado con una cadencia de pedaleo constante.
Aquí te traemos 4 buenos consejos para mejorar tu bici sin apenas invertir dinero.
Limpieza
Llevar limpia la bici suele suponer una mejora a la hora de rodar y, por lo tanto, una mayor rapidez. Recientemente publicábamos una sencilla guía de buenas prácticas para lavar a fondo tu bicicleta y fue uno de los artículos más exitosos (lo puedes leer aquí). Y no nos sorprendió, pues sabemos que el mantenimiento periódico es muy importante.
La limpieza es fundamental para que todos los componentes funcionen correctamente y duren mucho más tiempo. Por eso es importante revisarlos, limpiarlos y engrasarlos correctamente.
Como podrás suponer, habrá que prestar más atención a los componentes que están más expuestos al desgaste y a elementos externos como las piedras, las inclemencias meteorológicas etcétera, como son la cadena, los cambios y los frenos.
Estos tres componentes pueden interferir en la velocidad de la bicicleta y frenarla por un mal funcionamiento por culpa de la suciedad o el desgaste. Llevarla bien reglada, limpia y engrasada evitará roces y mejorará la velocidad de nuestra bici.
Aerodinámica
Es esencial para hacer nuestra bici más veloz. Lo primero que debes hacer es examinar el cableado delantero, pues ha habido estudios que todo el cableado externo delantero puede llegar a hacer perder hasta 12 segundos cada 40 kilómetros.
Eliminar esta fricción de ciertos elementos externos puede suponer un cambio aerodinámico importante, pues eliminaremos la resistencia al viento. Tanto en el caso de los cables como cualquier otro elemento que lleves colocado en tu bicicleta.
Bicicleta más ligera
Como supondrás, una bicicleta más ligera también es una bicicleta más rápida. Y no hace falta invertir en los componentes más caros del mercado para aligerar tu bicicleta. En ocasiones simplemente basta con prescindir de algunos de ellos que quizá, según en qué momentos, no utilices.
Existen diferentes componentes de tu bici que pueden acabar siendo un estorbo, como los portabidones, algunas partes del sillín, cierres de la rueda, dispositivos GPS… Mejorando cualquiera de estos componentes conseguirás aligerar tu bicicleta y por lo tanto hacerla más rápida.
Revisión mecánica
Cualquier pequeño rozamiento puede generar una pérdida. Es por ello que resulta sumamente importante llevar la bicicleta en perfecto estado mecánico. Si no eres capaz tú mismo de realizar esta revisión mecánica, lo mejor es que la lleves a un especialista.
Además, otro punto esencial para hacer tu bicicleta más rápida será llevar la presión adecuada en los neumáticos. La presión varía dependiendo de cada cubierta y las condiciones de uso. La presión recomendada está marcada en los costados de tus cubiertas.
Si la presión es demasiado baja, la llanta se deforma más y aumenta la resistencia al rodado. Si la presión es demasiado elevada, la llanta absorbe menos vibraciones del camino, lo que termina afectando la velocidad que puedes alcanzar.
