La última Vuelta de Contador

Contador se despedirá del ciclismo en la Vuelta

Contador se despedirá del ciclismo en la Vuelta / sport

Agustí Bernaus

Alberto Contador ha llegado a Nimes con el resto de sus compañeros y con una idea única, despedirse de la Vuelta con una victoria, algo difícil pero no imposible después de haberse recuperado de un Tour en el que todo le salió mal

El Tour de Francia ha apartado a Contador  de los pronósticos. El británico Chris Froome el gran dominador de la ronda francesa, se ha enamorado como un juvenil de la Vuelta a España, prueba que no ha ganado nunca a pesar de haberlo intentado nada menos que en cinco ocasiones desde el 2011. Conseguir el doblete que considera que tiene en las piernas le supondría alcanzar la gloría eterna para equipararse en esa estadística a Bernard Hinault y Jacques Anquetil. Pero Contador se lo va a poner nada fácil en  la edición de su despedida. Ni tampoco Vincenzo Nibali, que desde el Giro ha tenido tiempo más que suficiente para afinar sus condiciones.  

Entre las proezas del ‘Pistolero’ figuran haber condenado a Froome al segundo puesto el año pasado al montar un ataque inesperado en descenso. También en el 2014 le relegó al segundo puesto a pesar de una preparación impecable.

Explicaba Javier Guillén, el director de la Vuelta a España que esta edición “tiene el toque sentimental de la retirada de Alberto. Nos ha elegido. La Vuelta será su última carrera. Es un ciclista muy agresivo y combativo, que arrastra mucha gente y a quien los aficionados le admiran”.   

Sentimentalismos y emociones  aparte, este viernes, en la rueda de prensa oficial, Contador dirá y repetirá que sale a ganar y que si su mentalidad fuera únicamente la de terminar en el podio ni tan siquiera se pondría el dorsal, que por otra parte será el número uno. El jefe de filas de Trek, que ayer llegó a Nimes acompañado de Jarlinson Pantano, John Degenkolb, Markel Irizar y Jesus Hernández entre otros, invirtió una semana, casi diez diez en recuperarse del Tour y el resto del tiempo se lo ha pasado en Pinto, entrenando en la sierra madrileña, sin recurrir a una preparación de altura. Para Contador, la Vuelta de su despedida tiene un recorrido especialmente atractivo y emocionante, con cinco etapas de alta montaña repartidas en tres semanas, además de dos cronometradas.  Un trazado que permite emboscadas, golpes maestros y sorpresas continuadas, como a él le gusta.

En Sky, la formación de Froome, existe cierta preocupación por toda esta ambientación ‘pro Contador’. En realidad, aunque han presentado un equipo tan potente como el del Tour, temen que la Vuelta acabe convirtiéndose en un infierno si la carrera bascula hacia un duelo con solo dos actores principales.

Froome ha manifestado que “tengo la oportunidad de ir a por ella”, pero este discurso lo lleva repitiendo desde que en el 2011 se le escapó el maillot rojo por tan solo 13 segundos ante Juan José Cobo.

Guillén, que desde Nimes insiste en hablar a los medios franceses de los lazos españoles de esta ciudad a través de los toros, las corridas, José Tomás y el flamenco, se ha esforzado para que la Vuelta no sea un pulso dual. Le hubiera gustado contar con la presencia del último ganador del Giro, el holandés Tom Dumoulin, pero este se borró argumentando que “sería demasiado calendario para mí y deseo llegar al invierno con un buen sabor de boca”

Por lógica, uno de los ciclistas que debe poner en duda la superioridad de Froome es el el italiano Nibali, ganador de la ronda española hace ya siete años. El jefe de filas de Bahrein-Merida se encuentra a punto y no ha recibido en las piernas el castigo del Tour como su compatriota Fabio Aru, un escalador con las garras más afiladas pero que llegó a París muy apurado y lejos del podio.

Este no es el caso del francés Romain Bardet, el escalador más osado ante Froome y que se bloqueó en la contrarreloj final hasta el punto de que salvó el tercer puesto por delante de Mikel Landa por un segundo. Bardet es agresivo y tiene una manera de interpretar el ciclismo muy parecida a la de Contador y Aru aunque la última semana de Vuelta se le puede hacer muy larga.

Ausente el ültimo ganador de la Vuelta a España, Nairo Quintana, la representación colombiana podría aportar una sorpresa especial si ‘Super López’ – Miguel Angel López- consigue aparcar la mala suerte que le persigue en forma de caídas y lesiones para convertirse en la segunda punta de lanza de Astana para la alta montaña.Esteban Chaves (Orica) y, quizá, Carlos Betancur (Movistar) podrían completar la aportación más elitista de este país.