siempre de cara

Iniesta preserva el ADN azulgrana; Mascherano, el resto

Javier Mascherano, ante el Atlético

Javier Mascherano, ante el Atlético / sport

Tomàs Andreu

Abatimiento general por la lesión de Iniesta. Todos a una con el gran capitán, empezando por el más fiel de los generales: Leo Messi. Toca remar más que nunca en la misma dirección. Y para empezar, nada mejor que poner en pie de guerra Mestalla. Tres puntos en Valencia, incidentes de todo tipo y gestos visibles de Messi, Neymar y compañía mostrando su rabia. Resultado final: el equipo está más unido que nunca y Luis Enrique tiene una preocupación menos.

A todo esto, Valencia es el pasado y Don Andrés el presente. Ver a la plantilla afligida por la lesión del capitán invita a una pequeña reflexión: Iniesta es diferente. Las lesiones siempre duelen, pero dejando a un lado todo tipo de hipocresías, las de Andrés, un poco más. ¿Y eso porqué? Por su talento y su forma de ser, por reunir todas esas virtudes que configuran el ADN Barça. Con él en el campo, todo el mundo es mucho más feliz.

Pero, ¿y sin Andrés?... Sin Iniesta falta magia. Sin él, todo va más lento. Motivos suficientes para lamentarlo, pero jamás para rendirse y bajar los brazos. Mestalla es el camino.

Otro nombre propio: Javier Mascherano. Señalado en ocasiones, el Jefecito es indispensable. A la espera de conocer el verdadero talante de Umtiti, el argentino marca diferencias. A título personal, Mascherano no es el mejor en ninguna de las facetas del juego, pero su sola presencia desprende carácter e invita a una intensidad imprescindible en el Barça actual. Recursos vitales para ver lo sucedido en Mestalla. Y repito, Mestalla es el camino.