Si usted viaja al US Open...

No pretendemos decirle qué debe hacer. Ni tampoco pretendemos que lo vea como una guía de viaje. Únicamente le hacemos algunas sugerencias, si usted es de los afortunados que irá al US Open 2015.

Tanto en lo que hace referencia al torneo… como a la maravillosa ciudad de Nueva York, que no hay que perderse. Y recuerde: hay controles exhaustivos en los accesos de entrada del USTA Billie Jean King National Tennis Center de Nueva York así que no apure su llegada al recinto si no quiere sufrir para llegar a ver a sus tenistas favoritos. 

En la instalación encontrará de todo. Merchandising, puestos de comida... Un consejo: si no son grandes comedores, pidan siempre las raciones pequeñas. Porque allí, desde las pistas hasta la comida o la bebida (excepto el alcohol), todo, absolutamente todo es a lo grande...

El USTA Billie Jean King National Tennis Center está situado en el barrio neoyorkino de Queen’s. Desde Manhattan, donde habitualmente se aloja el turista que visita Nueva York, se puede ir en metro desde Times Square, Bryant Park o Grand Central (Línea 7 dirección a Mets-Willets Point Station).

La otra opción es el Long Island Rail Road (LIRR), que parte desde Penn Station, a Mets-Willets Point Station. 

Hay que tener en cuenta que esa misma estación recibe a los aficionados de los Mets, uno de los equipos de béisbol de la ciudad y que cuando hay partido las aglomeraciones están a la orden del día así que hay que ir con tiempo.

Y, hablando de béisbol, si tiene la oportunidad hay que visitar el Yankee Stadium y ver en directo un partido de los Yankees. A partir de 13 dólares (unos 10 euros) uno puede vivir una experiencia fantástica. Durante las dos semanas del US Open 2015 pasarán por el Yankee Stadium Tampa Bay Rays, Baltimore Orioles y Toronto Blue Jays. 

En el Yankee Stadium también juega sus partidos de la Liga Estadounidense de Fútbol (MLS) el New York City de Lampard y Pirlo. Si son fans del italiano, no dejen de probar el bocadillo que la cadena 'N7 Sub' ha creado en su honor.

Nueva York ofrece infinitos atractivos al turista. De día hay que darse una vuelta por Central Park (pero no caigan en el error de comprar cacahuetes para las ardillas, están sobrealimentadas), con zona de homenaje a John Lennon (Strawberry Field), a Lewis Carroll en la estatua de Alicia en el País de las Maravillas, a Shakespeare en el Shakespeare Garden. Uno puede pasar todo un día paseando por él exclamándose de lo que encuentra. 

Ah! Y no hay que olvidarse de su increíble zoo. Lo mejor: dirigirse al punto de información que hay en el parque donde le proporcionarán un mapa detallado. Es tan grande que uno puede perderse…

Por la noche, el paseo de rigor por Times Square para observar sus luminosos. Parada obligada para todo el que visita Nueva York. Prepárense para ir chocándose con otros que, como usted, desean sacar la mejor instantánea de la gigantesca plaza pero no debe olvidar que el tráfico no se interrumpe más que con los semáforos.

Y, si les gusta el teatro, Broadway ofrece un sinfín de estilos y a lo mejor puede tener la fortuna de ver actuar a uno de los grandes de Hollywood, cada vez más proclives a subirse a un escenario.

Pero qué mejor que recorrerse la Quinta Avenida con sus tiendas y hoteles de lujo, la Biblioteca Pública de Nueva York, Tiffany’s (pueden entrar a curiosear, no es obligatorio comprar aunque no crean que no está a su alcance ya que la oferta es muy amplia), el Rockefeller Center, la catedral de St. Patrick’s…  bajar hasta el Flatiron (ese edificio extraño en forma de triángulo, único en el mundo)… aunque por el camino se cruzarán con el Empire State y probablemente ya no quieran seguir adelante. 

La mejor propuesta: subir a su mirador antes del anochecer. La transformación de la ciudad es un auténtico espectáculo.

Visitar Wall Street y darse un bonito paseo por el Bajo Manhattan es una tradición. En ese área se encuentran Battery Park, el Museo del Patrimonio Judío, los juzgados de la ciudad y su ayuntamiento… y al otro lado de la calle: el famoso Puente de Brooklyn.

Uno no puede irse de Nueva York sin haberlo cruzado a pie. Y si tiene tiempo, dése una vuelta por Brooklyn, uno de los cinco barrios de Nueva York junto con Manhattan, Queen’s, Bronx y Staten Island.

Acercarse hasta Chinatown es otro de los trayectos más habituales. En Canal Street, mercadillo para todos los gustos aunque hay que ir con cuidado porque la policía suele hacer alguna que otra incursión en esas tiendecillas en las que uno puede encontrar falsificaciones de todo tipo.

Aproveche la cercanía y dése una vuelta por TriBeCa. Quizá se crucen con Jay-Z y Beyoncé, con Gwyneth Paltrow o Robert De Niro. O, si lo prefieren, también el Soho está muy cerca.

No podemos olvidarnos de Greenwich Village, hogar de muchos de los famosos que residen en la Gran Manzana. Lugar de peregrinación para los amantes de ‘Friends’, que se dirigen al cruce de Grove St. con Bedford St… ¡y ahí aparece la casa de Monica, Chandler, Rachel y Joey…!

Aproveche para visitar el distrito. Les aseguramos que van a disfrutar del paseo y, si tienen hambre, siempre pueden almorzar o cenar en uno de esos restaurantes con terraza interior. Maravillosos.

Otra de las excursiones diurnas incluye la visita a la Estatua de la Libertad y a Ellis Island, el que fue puerto de entrada para aproximadamente 12 millones de inmigrantes y que alberga un Museo que explica su historia.

Ese día, a la vuelta, es buena idea aprovechar para visitar el 9/11 Memorial & Museum, lugar en el que estaban emplazadas las Torres Gemelas antes de sufrir los atentados. 

Metropolitan (Met), Guggenheim, MOMA, el Museo de Historia Natural… son algunas de las propuestas culturales más populares. 

El metro le llevará a todas partes (muy recomendable cuando se dispone de poco tiempo). Pero lo mejor cuando uno visita Nueva York es pasear, caminar por la ciudad. Su sistema de distribución de calles hace difícil perderse.