Las entradas para la final femenina se han agotado antes que para la masculina

El US Open 2015 ha batido ya su primer récord cuando ni tan siquiera ha empezado: las entradas para la final femenina se han agotado antes que las de la final masculina por primera vez en la historia (aunque no hay registros oficiales, fuentes de la USTA así lo afirman). El tenis femenino siempre ha tenido un gran seguimiento en Estados Unidos, gracias a los éxitos de sus jugadoras, pero ha sido con la irrupción de las hermanas Williams cuando ha dado un paso de gigante.

Con Venus y Serena en la cima, la USTA abogó por trasladar la final femenina a horario de máxima audiencia en Estados Unidos (siete de la tarde, seis horas más en España). Pero ahora han visto cómo las más de 23.000 localidades de la Arthur Ashe Stadium se han quedado cortas para la sesión del sábado 12 de septiembre.

La 'culpa' de ello la tiene Serena. La posibilidad de que la menor de las Williams se convierta en la cuarta jugadora que logra el Grand Slam, tras Maureen Connolly, Margaret Court y Steffi Graf, ha disparado las ventas. Y es que cuando la alemana lo logró, en 1988, Serena (que el próximo 26 de septiembre celebrará 34 años)... 'todavía tenía que cumplir los siete!

Razones más que suficientes para sentir presión... pero Serena afirma que no es así, que encara este Grand Slam "como cualquier otro, con el deseo de hacerlo lo mejor que pueda. No sé si a medida que vaya avanzando rondas sí sentiré esa presión".

Cree que el hecho de que en el pasado Wimbledon tuviera que hacer frente ya a la posibilidad de un segundo 'Serena Slam' (cuatro títulos consecutivos pero no en el mismo año) "fue la mejor preparación posible para este nuevo reto".

Además, si la número uno levanta su séptimo US Open, igualará los 22 'grandes' de Steffi Graf, sólo superados por los 24 de Margaret Court. "Siempre hay otro récord, otra persona a la que igualar o superar", sentencia Serena, quien no esconde que "jamás pensé que estaría en esta situación, que estaríamos hablando de récords, de Graf o de Court. Crecí intentando ser lo mejor que podía....".

"Y ahora puedo decir que soy la más grande jugadora que he podido. Es difícil comparar épocas", prosigue, "pero leo los números, veo los números. Y creo en esos números", concluye.

Y los aficionados creen en ella. La historia la espera. Aunque, pase lo que pase, Serena Williams siempre va a tener un sitio destacado en ella.