Lo mismo vivió Djokovic tras ganar en 2010 la Ensaladera

La Copa Davis, un bálsamo regenerativo para el campeón

La victoria en 2009 dio paso a un 2010 pletórico. La misma situación vivió doce meses más tarde Novak Djokovic. ¿Se repetirá en 2012?

Neus Yerro

Rafa Nadal se marcó como objetivo cerrar la temporada con las mejores sensaciones para afrontar 2012 con energías renovadas.

Ha estado trabajando de forma intensiva en su preparación para un año que contempla muchos compromisos y que tiene como momento de oro los Juegos Olímpicos de Londres. Desea recuperar el terreno perdido y sabe que la Copa Davis puede actuar como un bálsamo regenerativo.

Ya lo hizo en 2009. Tras un año en el que el físico le traicionó, llegó al Palau Sant Jordi de Barcelona con tres derrotas en las Finales ATP de Londres a sus espaldas. Cambio de superficie, cambio de condiciones... y respondió a lo grande para encarar un 2010 que hay que calificar, por el momento, como el mejor año de su carrera deportiva: recuperó el número uno y, además, se hizo con tres de los cuatro `grandes¿.

Logró el primer Australian Open de la historia, recuperó el cetro perdido en Roland Garros y se coronó en el cemento del National Tennis Center de Nueva York. Completaba el `career¿ Grand Slam, ganar los cuatro `majors¿ en distintos años.

En 2011 regresaron algunos sinsabores, propiciados por la explosión ¿esperada aunque quizá no tan abrumadora¿ de un tal Novak Djokovic. El serbio cerró el año anterior levantando la Copa Davis en Serbia. Ahí empezó para el actual número uno una racha que no se rompería hasta las semifinales de Roland Garros... y ante un tal Roger Federer, pletórico, que se salió.

`Nole¿ siguió sumando éxitos.

Y frustrando una y otra vez a Rafa. Ha sido la rivalidad del año tenístico que ahora se cierra y que lo hace con broche de oro para Nadal. No tendrá vacaciones. Lo sabe.

Porque en menos de un mes empieza de nuevo el baile: torneo de exhibición en Abu Dhabi, para ir abriendo boca y recuperar sensaciones competitivas y después, a Doha, con el resto de estrellas, para preparar el asalto al primer Grand Slam de la temporada. Hay que recargar pilas. Hay que ponerse a tono. Y en unos meses podremos comprobar si la `pócima mágica¿ de la que habla Yannick Noah no será la Copa Davis.