Las lágrimas de Roland Garros

Garbiñe Muguruza no lo pasó nada bien en la Suzanne Lenglen

Garbiñe Muguruza no lo pasó nada bien en la Suzanne Lenglen / AFP

Neus Yerro

Hay lágrimas y lágrimas. Lágrimas de alegría y lágrimas de tristeza. Y este domingo en Roland Garros hemos tenido ejemplo de ambas. Las de Pablo Carreño, tras su trabajada victoria sobre Milos Raonic, liberaban muchísima tensión, muchísimos nervios.

Eran también las lágrimas de un chaval que ha visto recompensado su trabajo. No sólo de los últimos meses sino de años. La recompensa a marcharse de casa, de su Gijón natal, para instalarse en Barcelona, primero, y en Villena, después.

Pablo lo sacó todo. "Ha sido un partido durísimo, largo y bonito, con un final dramático. Te vienen muchas emociones y necesitaba soltar la tensión que tenía dentro. Ves que el trabajo da sus frutos y es un alivio. Estaba pensando en todo ello y en que mis padres se han tenido que ir en el tercer set para volver a Asturias", explicó después Carreño. 

Muy distintas eran las lágrimas de Garbiñe Muguruza. También mezcla de emociones. Pero menos agradables. La campeona compareció ante los medios con ojos llorosos. A las puertas de la sala de prensa, a la que llegaba con el semblante serio, había hablado con su mánager. 

Turno de preguntas en inglés y al ser interrogada sobre la actitud de su rival, Kristina Mladenovic (que gritaba 'forza' a cada error de la hispano venezolana), Muguruza se derrumbó. Salió de la sala y un minuto después regresaba algo más compuesta. 

A su regreso, respondía, con cierta ironía, "me han dicho que habla unas 25 lenguas...". Su desazón era una mezcla de "decepción por no haber podido ganar y rabia porque, sinceramente, no fue fácil estar en pista".

"¿Sabéis qué? Me encanta este torneo, pase lo que pase. Y me sentiré súper feliz cuando vuelva. Va a sonar raro pero ahora mismo me siento feliz de que esta fase de la temporada haya pasado. Quería llegar lo más lejos posible pero incluso ahora creo que voy a sentirme mucho mejor por seguir adelante la temporada y todo el mundo va a dejar de molestarme preguntándome por este torneo así que sí, va a ser un modo de seguir adelante", explicó.

El trato que recibió del público le dolió a Garbiñe. "No sé qué esperáis que diga, no diré nada. Ha sido un poco chocante, me ha recordado a Copa Federación", aseguró Muguruza, quien entiende que debe intentar "hacer oídos sordos y concentrarme en mi equipo. Sé que esta derrota va a doler más que una derrota en cualquier otro torneo, pero no voy a hacer un drama", concluyó.