El City perdona y cede ante el Everton

“Empatamos, pero el City-Everton de la temporada pasada fue una de nuestras mejores actuaciones”, dijo Guardiola en la previa del duelo de este lunes. Y el gran problema para el City es que el choque se pareció demasiado al de la temporada pasada.

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Premier League

MCI

1

1

EVE

Alineaciones

Manchester City
Ederson, Kompany, Stones (Danilo, 65'), Otamendi, Walker, Fernandinho, De Bruyne, Silva, Sané (Bernardo Silva, 69'), Gabriel Jesus (Sterling, 45') y Agüero

Everton
Pickford, Holgate, Keane, Williams (Klaaseon, 61'), Jagielka, Baines, Gueye, Scheiderlin, Davies (Sigurdsson, 61'), Rooney (Besic, 90') y Calvert Lewin

Goles

0-1 Rooney 35', 1-1 Sterling 82'

Árbitro

Robert Madley. TR: Walker (42' y 44')/Schneiderlin (7' y 88'). TA: Kompany (78')/Davies (24'), Rooney (84')

Incidencias

Partido correspondiente a la jornada 2 de la Premier League disputado en el Etihad ante unos 55.000 espectadores

Los de Manchester tuvieron más ocasiones que nunca, y acusaron el problema de siempre: la falta de contundencia.

El Everton lo penalizó a través de Rooney, y el partido se torció aún más con la más que dudosa expulsión de Walker.

Una inquebrantable fe en el segundo tiempo permitieron a los de Pep igualar, a través de Sterling, y les faltaron minutos para derrocar a un Everton sometido, que rascó un empate.

La Premier League en general, y hoy el City en particular, son expertos en cuidar los detalles. El Etihad se estrenó en la presente liga rindiendo un sentido homenaje a las víctimas del atentado en Barcelona.

A partir de aquí, se impuso el espectáculo y una aluvión de fuegos artificiales recibió a los equipos en el primer asalto del que debe ser un año importante en el este de Manchester.

Notablemente más dinámicos que ante el Brighton, los hombres de Pep tomaron el control del duelo, de nuevo cimentados en su 3-5-2 y con las conexiones entre Silva y la dupla Gabriel Jesus-Agüero como gran amenaza.

Koeman, por su parte, se enrocó en defensa, centrando sus opciones ofensivas en la pausa de Rooney y la movilidad de Calvert-Lewin, que cuajó una excelente actuación.

El problema para el Manchester City es que el partido se asemejó demasiado al que recordó Guardiola. El equipo fue capaz de generar opciones de sobra, muchas de ellas más que claras y en todos los registros.

Otamendi desde la frontal, salvó Pickford. Agüero de vaselina, la sacó Jagielka bajo palos. Silva ante el portero, la repelió el poste. Y aquí, en medio de la avalancha de ocasiones, emergió Calvert-Lewin vestido del Lukaku de la temporada pasada.

El joven delantero inglés aportó muchas soluciones a los de Koeman corriendo al espacio, y en una de las contras que hilvanó consiguió zafarse de Sané y Kompany, para dar un pase de la muerte al interior del área.

Rooney apareció para empalar el balón con el interior, y metiéndolo por debajo de las piernas de Ederson antes de entrar a gol. Fue el gol número 200 del ‘diez ‘toffee’ en la Premier. Solo él y Shearer han llegado a los dos centenares.

El doloroso castigo para los de Manchester se hizo aún peor al límite del descanso. Kyle Walker realizó una carga legal a Calvert-Lewin, y el árbitro no solo vio falta sino que decidió mostrarle la segunda tarjeta amarilla, para desespero de Guardiola ante la injusta decisión.

Lastrado de cara a la segunda mitad, el técnico catalán introdujo múltiples variantes para readaptar a su equipo.

Dio entrada a Sterling por Gabriel Jesus, Sané pasó al lateral derecho, Fernandinho también actuó de lateral, más tarde entró Danilo en el carril, y De Bruyne acabó de pivote defensivo con la entrada de Bernardo Silva.

El portugués tuvo una de las más claras para igualar, y más tarde le siguieron Sterling y Danilo. El City, alimentado por la rebeldía de la grada no dejó de someter al Everton, y el premio llegó en el tramo final.

Sterling aprovechó uno de los pocos malos despejes de los centrales visitantes, para enganchar en el área un tiro cruzado, pegado al poste de Pickford. Gol y grito del Etihad, que se volcó son su equipo a la busca de una heroica remontada, a la que le solo faltaron minutos para acabar produciéndose.