Una Copa adulterada por los árbitros

La Copa del Rey está dando mucho que hablar. La competición del KO es un torneo tenso, vibrante. Bonito para el espectador. Pero esta temporada se está convirtiendo en un espectáculo gracias a las actuaciones arbitrales. Si extraña fue la actuación de Mateu Lahoz en el Madrid-Sevilla, con varias acciones a favor de los blancos, lo que sucedió en San Mamés no le queda atrás. Martínez Borbalán pudo sentenciar al Barça en una primera parte desquiciante. No quiso ver dos penaltis, uno de ellos clamoroso y en sus narices, y pasó por alto una agresión poco edificante de Aduriz. El solito podría haberse cargado la eliminatoria.

El Barça pudo maquillar el resultado y dejar abiertos los octavos de final con un gol de Messi. Siguen siendo favoritos porque queda el choque del Camp Nou. Y ese gol de Messi y las dos justas expulsiones de jugadores del Athletic también servirán para maquillar la penosa actuación de Fernández Borbalán. Curioso que, encima de todo lo que pasó, la afición de San Mamés se hiciera la víctima. En una eliminatoria por KO, el árbitro puede ser fundamental y Mateu Lahoz y Borbalán lo han bordado. Hasta el punto de adulterar o casi una gran competición.