No traten a Messi como a uno más

Messi, en un momento del partido ante el Leganés

Messi, en un momento del partido ante el Leganés / AFP

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Hubo en tiempo en el que Leo Messi renovaba temporada a temporada. Aquel tiempo ya pasó. Ahora Leo Messi, más maduro, con menos urgencias por seguir siendo el mejor porque ya solo los necios pueden discutir esa verdad, no necesita una confirmación anual de cariño por parte del club. Pero que no la necesite cada doce meses no significa que no la precise. Las prisas, hoy, las tiene el club. Messi acaba contrato el 30 de junio de 2018 y cada día que pasa sin que se anuncie su renovación es un día perdido. Su continuidad es una necesidad estratégica, económica y deportiva sin la que el Barça no puede seguir existiendo tal y como lo hemos conocido durante la última década. 

Alrededor de su renovación cada día llegan nuevas voces que aportan su versión: Messi ha pedido el diez por ciento del presupuesto para renovar, Messi ya ha renovado y solo están esperando el momento idóneo para anunciarlo, también ha pedido una cantidad por avanzado... Mentiras, rumores, medias verdades o verdades. Poco importa. Lo que sí es importante es que el ruido no ayuda y que, si como aseguran quienes saben de números, Messi genera el treinta por ciento de lo que genera el club, el Barça ya hace demasiado que debería haber cerrado este capítulo. A Messi hay que darle lo que pida porque se lo ha ganado, pero, también, y sobre todo, por lo que aún puede seguir dando. Leo Messi no es uno más.