Primer respiro para el equipo desde agosto

Luis Enrique, poco antes de iniciar la rueda de prensa

Luis Enrique, poco antes de iniciar la rueda de prensa / Ignasi Paredes

Albert Masnou

Albert Masnou

Primera semana sin partido intersemanal desde el pasado mes de agosto cuando Cillessen todavía no había llegado, ni Alcácer, ni Neymar, y Bravo y Douglas aún estaban en el vestuario. Desde entonces, una locura ejemplificada desde el mes de enero hasta ahora cuando se han disputado 14 partidos en 45 días. Una media de un partido cada 3,2 días. Luis Enrique dio ayer dos días de fiesta a sus jugadores para que se olviden del fútbol, que lo necesitan. Hay muchos que están agotados y otros están bloqueados. El propio Iniesta lo admitió tras el partido contra el Leganés. Y también Piqué hizo autocrítica. El Barça necesita aire para respirar y tomar fuerza para los meses que quedan, que no son pocos.  

Duele en el vestuario la escasa memoria que existe en el entorno que lo quiere quemar todo en un equipo que en las dos últimas temporadas ha conseguido 8 de 10 títulos posibles. Y hay que tener en cuenta que los rivales también juegan y que incluso pueden tener mejores jugadores que tú. Sin embargo, pese a los 8 títulos de 10, o los muchos acumulados anteriormente, este equipo juega sin red. No hay memoria y siempre es cosa de extremos. Es el Barça, con su grandeza y su miseria.