30 metros

Tras las dudas, el reconocimiento. Luis Enrique ha dicho no. No sigue. Y lo ha comunicado a principios de marzo para dar tiempo a la institución a trabajar sin prisas. Ha pensado en el Barça antes que en él. Un ejemplo para presidentes-navegantes que han condenado el club para salvarse ellos.

El técnico está cansado. Y se va. Como Guardiola. Un mazazo para todos los que condenaron al técnico de Santpedor por su decisión y ahora ven como su admirado Luis Enrique ha elegido el mismo camino. Será que el banquillo del Barça quema... Más allá de aciertos (la mayoría) y de errores (algunos) lo que nadie puede cuestionar es que el entrenador del Barcelona ha ejercido sus labores con una extraordinaria dedicación. Ganar siempre, que en el Barça es una obligación, no es fácil y por tanto hay que valorar la nada despreciable cifra de ocho títulos sobre diez, a la espera de cerrar el ejercicio actual. Luis Enrique levantó el ánimo y el honor azulgranas tras el nefasto experimento de Rosell con el extraterrestre Martino. Queda abierto para la historia el debate futbolístico del cómo.

¿Y ahora, qué? ¡Lo que diga Messi!, dirán algunos. Mejor que decida el club. Cada nombre ofrecerá pros y contras pero las opciones se limitan tras las últimas declaraciones de Robert Fernández. Debe conocer la casa. Bien. La solución, pronto.