Los veranos en Barcelona y Madrid

Vendieron a Di María después de ser el MVP de la final de la Champions de 2014 y ahora puede vender a Cristiano Ronaldo tras recibir similar galardón en la final de Cardiff. El Madrid no se arruga si tiene que deshacerse de su mejor jugador a cambio de un gran puñado de euros. Por Di María sacó 84 millones y ahora podría recoger 150 por Cristiano. Y allí le salen las cuentas que le convierten en el equipo más potente del mundo sin perder potencial deportivo. El camino del Barça no es el mismo.

Cada uno escoge una manera de funcionar. Y el Barça jamás apostó por esta idea tan atrevida sino que se centró en la cantera, que le ha dado las mayores alegrías a lo largo de su historia. Puede que haya quien se plantee vender a un jugador, por ejemplo, como Neymar para luego comprar a Verratti y a Dembélé. Es una opción que estuvo sobre la mesa. Entendible. Lo implanteable es la renuncia a la filosofía: la apuesta por la gente de la casa. Y que se vayan jugadores como Mboula es una muestra más de la mediocridad del funcionamiento en algunos despachos de la Ciutat Esportiva. No solo no sacan jugadores sino que a los buenos los venden. Esta no era la idea inicial.