Iniesta da luz, Arda se la quita

A su manera. Como lo hizo después el Madrid. De remate de cabeza y a balón parado. Dos de las mejores virtudes del conjunto blanco fueron los argumentos usados por el Barcelona para avanzarse en el clásico. De la misma manera, el Madrid logró el empate cuando el Camp Nou cantaba victoria. Fue un jarro de agua fría para una afición que tenía el triunfo al alcance de la mano. No será un partido que quedará en la memoria histórica. Ni para el Barcelona ni para el Madrid porque la igualdad fue la nota predominante… hasta que salió Andrés Iniesta. 

Entonces vimos otros partido, otro Barça, incluso otro Messi y otro Neymar.  Andrés da al Barça algo que nadie más puede. Antes estaba Xavi, su hermano gemelo pero se ha quedado solo y cuando él no está se le echa de mucho menos. Y cuando está, el Barça adquiere vida.

Iniesta marca las diferencias porque da luz al juego y brillo a sus compañeros.  Con él en el campo, se puede ver el desborde de Neymar o a Messi más cerca de la portería, sin necesidad de bajar al centro del campo para recibir el balón. Con Rakitic y con André Gomes, el Barça gana musculo pero pierde fútbol, los delanteros desaparecen y el Barça lo paga.

Iniesta, que no fue titular, reapareció para matar al Madrid, para dejarle KO después del tanto de Suárez y de la asistencia de Neymar. 

El problema, sin embargo, arrancó con la salida de Arda Turan a falta de 13 minutos, tiempo suficiente para cometer una falta pese a que Marcelo estaba rodeado por tres rivales. Una falta estúpida de alguien que no está por la labor, de alguien que no está  por lo que tiene que estar. Y allí, a falta de un minuto para la conclusión, llegó el mazazo, el cabezazo de Ramos.

Contra el Madrid no valen errores, no valen las ocasiones falladas por Neymar o Messi pero mucho menos faltas de concentración como la de Arda.

El Barcelona ya ha dejado escapar nueve puntos del Camp Nou y esto es una losa que deja a todo el equipo en una situación complicada. Ganar la Liga así sería un milagro.