Goleada implacable en un duelo marcado por la lesión de Aleix

La imagen del tobillo de Aleix Vidal habla por si sola...

La imagen del tobillo de Aleix Vidal habla por si sola... / sport

Pichi Alonso

Pichi Alonso

Sin presión alta todo es más fácil. El Alavés cambió el guión de los últimos partidos. En contra de lo que ha sido habitual, el conjunto vitoriano descartó la presión alta y optó por replegarse con orden a la espera de cazar al Barça en alguna contra. El viejo planteamiento regresó a Mendizorroza. Otra vez, una buena dosis de paciencia, afrontar el partido como si fuera una área de balonmano y esperar a ver cuándo cae el primer gol. Por el camino, otro paradón de Ter Stegen en una contra de Theo. El Barça no perdonó en la recta final y, con la ayuda de las malas salidas del Alavés, desbordó a Pacheco.

Aleix vidal empañó la alegría. El Barça fue un vendaval en la segunda mitad. En primer lugar porque al Alavés no le quedó más remedio que abrir líneas en busca de una remontada imposible. Y como acostumbra a pasar, con espacios, el tridente del Barça avasalló a sus rivales. La goleada cayó con cierta facilidad. Neymar, Luis Suárez y Messi hicieron un estropicio a un rival que acostumbra a conceder pocas opciones en su campo.

Dos nombres propios en este partido. En clave positiva, André Gomes. El portugués estuvo sólido y seguro, con y sin balón. Y, en el apartado negativo, la lesión de Aleix Vidal. Una noticia terrible a la espera de confirmar la gravedad exacta de un jugador que justo ahora empezaba a demostrar que sí merece un hueco en la plantilla azulgrana.