La euforia blanca, la gran esperanza blaugrana

Suárez y Messi se lamentan de una ocasión fallada

Suárez y Messi se lamentan de una ocasión fallada / sport

Ernest Folch

Ernest Folch

La eliminación inapelable del Barça en la Champions dejó claro, por si alguien tenía alguna duda, que la revolución es inaplazable. Y que habrá que confiar en una cantera a la que se ha menospreciado durante demasiados años. Y que habrá que fichar jugadores que no sean candidatos a suplentes. Y que habrá que anunciar bajas de peso y relevantes. Y que alguien del club tendrá que dar la cara y dejar de refugiarse en comunicados. Pero los deberes del Barça, que ya deberían haber empezado a trabajarse hace muchas semanas, se acelerarán inevitablemente a partir del lunes. El calendario, ahora, pide una pausa para concentrarse al cien por cien en un clásico decisivo. Porque el destino ha querido que a la vuelta de la esquina, en 48 horas, se celebre un Madrid-Barça crucial para el desenlace de la Liga que puede influir en la decisión del nuevo entrenador y que puede marcar el devenir de los dos clubs en los próximos meses. O sea que poca broma. La eliminación del Barça ha desatado la lógica euforia en Madrid, que ven como tienen a su rival tocado, que puede sufrir un revés casi definitivo si los blaugranas pierden el domingo. Pero en el fútbol no hay nada más peligroso que menospreciar al contrario. Y todavía peor es subestimar al herido. Que es exactamente lo que hizo el Barça el año pasado en el clásico posterior a la muerte de Cruyff: el equipo de Zidane ya estaba medio muerto, el Barça lo dejó resucitar y aquel encuentro marcó un punto de inflexión a partir del cual los blancos se pudieron regenerar. Básicamente se volvió a cumplir una de las leyes más antiguas de nuestro fútbol: cada vez que el Barça o el Madrid han tenido a su antagonista a punto para rematarlo, el moribundo ha logrado resucitar. Por eso la mejor noticia para el equipo de Luis Enrique es la euforia desatada en la capital. El exceso de confianza madridista es hoy la gran baza blaugrana. Nada motiva más a los jugadores que les den por muertos antes de tiempo. Que sigan las portadas.