Dovizioso, un 'descubrimiento' de 31 años

Andrea Dovizioso y Marc Márquez, en Motegi bajo la lluvia

Andrea Dovizioso y Marc Márquez, en Motegi bajo la lluvia / EFE

Josep Lluís Merlos

Josep Lluís Merlos

Ni un “torpe” va a ganar un GP de un día para otro, ni a un campeón  se le olvida pilotar de la noche a la mañana.

Andrea Dovizioso lleva ¡16 años¡ en el mundial de motociclismo. Desde su debut en 2001 hasta el inicio de la presente temporada había ganado once GP. Este año, solo este año, lleva otros cinco, siendo el piloto de MotoGP que más victorias ha cosechado en lo que llevamos disputado.

Hasta esta edición, el de Forli tenía fama de ser más bien conservador, con un pilotaje un poco “amarrategui” pese a su título de campeón de 125 en 2004.

En 2017 nos está obsequiando con unas actuaciones extraordinarias que justifican porqué es segundo del campeonato, a sólo once puntos del líder, Marc Márquez, a falta de tres carreras para que termine el calendario.

La guerra que ambos mantuvieron en Austria y en Japón fue de antología. Digna del nivel de las mejores peleas del de Cervera con Rossi.

¿Qué ha cambiado en Dovi esta temporada? ¿No sabía pilotar hasta este año?

Hay quien habla del “factor Ducati”, de la mejora de esta máquina caprichosa que –hasta ahora- sólo ha satisfecho a Casey Stoner a lo largo de la historia. Hay quien dice que la moto ha cambiado. Y es cierto. Pero no creo que tanto como para justificar los resultados que ahora cosecha.

Si bien es cierto que “El Profe Dovi” ya lleva desde 2013 con esta moto, no ha sido hasta ahora que aparentemente ha llegado la compenetración hombre/máquina.

Comentábamos la semana pasada lo difícil que estaba siendo para los pilotos modular su estilo de conducción en función de las reacciones del chasis por los cambios constantes de neumáticos. La Ducati gasta mejor las gomas que algunas de sus rivales. Este factor, y la forma en que la GP17 se comporta ante estas variables, es lo que les ha dado la victoria en escenarios radicalmente distintos. Está claro que la velocidad en recta de la moto italiana es dominante, pero –curiosamente- la hemos visto funcionar mejor en carreras “lentas”, o en circunstancias de lluvia. Que se lo pregunten a Lorenzo, a quien jamás habos que ahora cosecha el italiano quien jamo roja es domi, es lo que les ha dado la victoria en escenarios radicalmente distintosíamos visto tan cómodo sobre mojado. Su fichaje nos ha “descubierto” a Dovi.