El piloto de Roses está firmando un arranque de temporada estelar

Maverick Viñales: Aprender ganando

En Austin rompió la baraja con su primera victoria en Moto2. Ahora quiere más, desea el título, pero sin precipitarse, aprendiendo carrera a carrera

Sergi Mejías

Maverick Viñales (Figueres, 1995) se proclamó campeón del mundo de Moto3 la pasada temporada en un último Gran Premio de infarto y cuando las apuestas destacaban a sus dos rivales por delante de él. Pero ‘Mack’ destiló una gotas del inmenso talento que atesora para sentenciar el título y poder dar el salto a Moto2 como campeón del mundo de Moto3. “Al llegar como campeón es como si hubieses quemado una etapa”, explicaba el piloto de Roses tras regresar del GP de las Américas y cuya situación contrasta con la de sus dos rivales de la temporada.

El título logrado el año pasado fue un aviso, como un recordatorio, por si alguien creía que la ‘magia de Mack’ se había acabado después de una temporada discreta en la que ‘solo’ logró tres victorias pero acabó ganando el título. Pero Viñales no deja de sorprender. Durante la pretemporda evidenció una rápida adaptación a la nueva categoría pero es que en el GP de Catar acabó cuarto tras arrancar decimocuarto y en su segunda carrera en Moto2, en Austin, logró su primera victoria en la categoría intermedia; a Marc Márquez le costó cuatro carreras sumar su primer triunfo en Moto2. ¿Cuál es su secreto? “La clave en Moto2 es trabajar la puesta a punto para cuidar los neumáticos porque los motores corren igual. Cuando puedes ir rápido con las ruedas gastadas se nota mucho”, explicaba Viñales y añadía que “en los entrenamientos hago básicamente esto: rodar con una goma gastada, en la crono monto una goma nueva pero cuando me siento mejor es cuando llevo 15 vueltas” así que sus seguidores no se deben poner nerviosos cuando ‘Mack’ tarda en marcar un buen crono.

Solo Dani Pedrosa consiguió un arranque más estelar que Maverick en la categoría intermedia ya que el de Castellar ganó la carrera de su debut en 250cc (GP de Sudáfrica 2004). Lograr una victoria tan pronto puede ser un arma de doble filo aumentando la presión aunque Viñales lo tiene claro: “La victoria en Austin me la quita. Estar allí delante me da mucha confianza y mucha motivación”. De la misma manera, el piloto del Pons HP 40 reconoce que no esperaba subir a lo más alto del cajón. “Este año esperaba estar entre los primeros pero no ganar, ni mucho menos”, apuntaba el campeón del mundo de Moto3.

 A pesar de estar segundo en el campeonato a siete puntos del líder, de Tito Rabat, el planteamiento de la temporada sigue siendo el mismo: “Tras ganar en Texas sigo igual: aprendiendo trazadas nuevas para después aplicarlas. Vamos carrera a carrera, sin precipitarnos”. Su jefe, Sito Pons, ya piensa en el título. Y a él no le queda otra tras este espectacular inicio de temporada, aunque lo reconoce más veladamente. “Cuando llegué a casa pensé: esto es solo una batalla y lo importante es ganar la guerra, el Mundial. Este año se trata de aprender e ir carrera a carrera”, reconocía un realista Viñales que destacaba que “en Moto2 no puedes menospreciar a nadie, son pilotos muy, muy rápidos y los 10 primeros son unos tops con los que tenemos que estar”.

Que duda cabe que su rápida adaptación a la Kalex ha sido básica para su excelente rendimiento, a lo que el propio piloto añade que “hicimos una pretemporada muy buena, entrenamos mucho y bien. Y desde el primer día me he sentido cómodo con la moto. El equipo me ha ayudado bastante y tenemos muchos datos que desde el primer momento me sirven”. Porque ‘Mack’ tanto aprovecha los datos de Pol y de Tito y se queda con lo mejor de cada uno.

Moto2 es una categoría que o te catapulta a MotoGP o en poco tiempo te puede deborar si nos fijamos en la cantidad de campeones del mundo que hay como Luthi, Simón, Terol... “Siempre doy el 100 por cien, pero si un día no estás al 100 por cien estás el 10 o 15”, apunta.

El Mundial ha aterrizado en Argentina, en un renovado trazado y Viñales adelanta que “me puede beneficiar porque empiezo con menos desventaja y nadie va a saber por dónde va”. Los primeros libres de mañana servirán como pista.