Irlanda se dejó remontar por Gales, pero salvó los muebles (16-16)

Irlanda comenzó la defensa del título del Seis Naciones como local con un empate a 16 ante Gales en el Aviva Stadium de Dublín, en un duelo vibrante entre los dos últimos campeones del torneo más importante e histórico del rugby universal.

Sin embargo, las sensaciones que dejó este 16-16 en el seno del 'XV del Trébol' no fueron nada positivas, puesto que el equipo que dirige Joe Schmidt no supo aprovechar la clara superioridad en el juego y en el marcador de que dispuso en el primer tercio del choque. A la media hora, Irlanda ganaba por un nítido 13-0 gracias a dos golpes de castigo de Jonny Sexton y a un ensayo de Conor Murray en el minuto 26 que transformó el propio Sexton, totalmente recuperado de la lesión que le hizo perderse el pasado Mundial.

Sin embargo, lejos de hundirse por este mal comienzo, el 'XV del Dragón' confirmó que es otro aspirante al título y reaccionó con su habitual ardor para rehacerse y entrar en el partido gracias en buena medida al poderío de su delantera.

Rhys Priestland convirtió un golpe de castigo a la media hora y también volvió a acertar en su patada entre palos para transformar el ensayo de Taulupe Faletau en el 37' para llegar al descanso con un ajustado 13-10 que dejaba las espadas en todo lo alto.

La reacción galesa tuvo su continuidad en el segundo período, lo que les permitió jugar más en el campo defensivo de su rival. Priestland aprovechó esta circunstancia para empatar a 13 en el minuto 46 en un golpe de castigo y para situar el 13-16 a ocho minutos del final en otra jugada similar.

Gales había conseguido lo más difícil, un parcial de 0-16 que situaba a los de Warren Gatland a un paso de conseguir una victoria importantísima con una increíble remontada en el feudo del actual campeón del torneo. Sin embargo, Irlanda terminó salvando en parte la situación otra vez gracias a una nueva patada de Sexton en el 74' y al menos amarró un punto en este difícil estreno que supuso el primer empate entre ambos desde 1974. Y eso que, a tres minutos del final, Priestland lo intentó a la desesperada con un precipitado y lejano 'drop' que se perdió muy desviado.