SALID Y DISFRUTAD

Sevilla, un campeón para tomar nota

Esta imagen no se logra por la cara, sino por saber competir y el Barça debe tomar buena nota ante lo que se avecina

Esta imagen no se logra por la cara, sino por saber competir y el Barça debe tomar buena nota ante lo que se avecina / sport

Lluís Payarols

Cuando se juega una final no se trata de ir de favorito sino de demostrarlo. El Sevilla lo demostró ayer en Varsovia. Antes de la final de la Europa League ya se hablaba de la 'cuarta', de que los de Unai Emery lo tenían en la mano, pero enfrente estaba un Dnipro que no había llegado por casualidad a ese partido. Un partido muy duro, de mucho trabajo, con alternancias en el marcador y decidido por la mínima.

El Sevilla supo ser favorito y demostrarlo. Se lleva el premio de su cuarto título en la competición y, de postre, el pase a la próxima Champions League. Pero por mucho que se hablara de favoritismo, Emery inculcó a los suyos una realidad: los partidos no se ganan por ser favoritos, sino por respetar al rival e imponerse donde deben hacerlo, sobre el terreno de juego.

Una filosofía que recuerda a un Barça que hizo historia. Aquel Barça del 2009, que cuando saltó al césped de Mestalla para disputar la final de Copa contra el Athletic aún no había ganado nada. Y fue el principio de una gran época porque se respetó al rival y se compitió hasta el final. Iban de favoritos y lo demostraron.

Ahora, con la Liga en el bolsilllo, en el ambiente solo aparece -o parece aparecer- la palabra triplete. Pero para llegar al triplete primero hay que hacer doblete. Y, sobre todo, no caer en los errores de otras épocas que acabaron con pesadillas para la afición del Barça. Lo del Sevilla es para tomar nota porque el Barça tendrá delante a Athletic y Juventus. Temerosos de Dios y del rival, pero siempre dispuestos a competir. Así lo enseñó Guardiola. Así lo piensa -se supone- Luis Enrique. Y así lo demuestra el ejemplo de ayer. Tomen nota.