Un tridente sin Leo Messi

El argentino desapareció. Luis Suárez fue el factor sorpresa ilusionante en el once titular que presentó Luis Enrique. Toda una declaración de intenciones para ir a por un clásico en el que el Barça quería disipar dudas. Y la entrada del uruguayo introducía la incógnita sobre cómo se conjuntarían los tres cracks de arriba. Tanto a Luis Suárez como a Neymar se les vio cómodos de inicio y ellos dos fabricaron el único gol del Barça, pero Messi quedó alarmantemente desconectado. Y eso al Barça le costó el partido y puede ser un problema de futuro. No en partidos fáciles de Liga, pero sí en los compromisos en los que se deciden títulos como el de ayer en el Bernabéu.

El argentino, como ya va siendo habitual esta temporada, acabó retrasando algo su posición y quedó enmarañado entre el dispositivo defensivo que preparó a Ancelotti. Solo intervino cuando se descolgó algunas veces para dar pases en profundidad, pero quedó demasiado lejos de la zona de peligro blanca y eso fue darle demasiada ventaja al rival. Porque sin un Messi enchufado en el juego, el Barça pierde a su gran arma decisiva.

El clásico ya está perdido y no queda otra que mirar hacia adelante, pero Luis Enrique tiene mucho trabajo por hacer. Este Barça no acaba de tener la consistencia deseada y empieza a perder por arriba. Es básico conjuntar a los tres cracks y dejar que Messi decida. Así el Barça lo ha ganado casi todo.