La eterna chulería de Cristiano

Cristiano Ronaldo es un grandísimo futbolista. Un excepcional atleta. Un goleador extraordinario. Pero todas sus virtudes deportivas quedan, desgraciadamente, solapadas por su prepotencia y egocentrismo. El portugués acaba de declarar, en una entrevista a 'World Soccer' que lo único que le queda por hacer es "seguir siendo el mejor". La modestia en persona, vamos...

Si hacemos un ránking histórico de los mejores futbolistas de todos los tiempos, difícilmente Cristiano Ronaldo estará en el podio. Tiene por delante a Di Stéfano, Cruyff, Maradona, Messi, Zidane, Platini... Por supuesto que en la actualidad es el jugador que está más en forma. Y, probablemente, se merece ganar el Balón de Oro del 2014. Pero de ahí a considerarse el mejor de los mejores hay un trecho.

Cristiano Ronaldo, el mismo que dijo que todos le tenían envidia porque era guapo, rico y muy bueno, vuelva a ofrecer signos de su falta de madurez personal. Sigue siendo un niño malcriado que solo piensa en sí mismo. Envidioso (jamás ha podido soportar los éxitos de Messi), maleducado (su bailecitos en los campos de fútbol generan animadversión) y engreído, pierde con su carácter todo lo que gana con su clase.