FRANCIA

Cavani se hiela a... ¡-188 grados!

Cavani usa una máquina especial para recuperarse de los esfuerzos a temperaturas extremas

Cavani, en la criosauna

Cavani, en la criosauna / sport

sport.es

“Uuuuyy que frío!!! Recuperando un poco en la máquina de frío”. Esta es la frase que escribió Edinson Cavani junta a una fotografía en la que aparece él dentro de una criosauna que está a… -188 grados bajo cero. Un frío que hiela y que una persona no puede aguantar muchos minutos allí para salvaguardar su integridad.

Se trata de una forma de recuperación del esfuerzo que nació hace tres décadas pero no ha sido hasta los últimos años cuando se ha extendido gracias, en parte, a que lo usan los futbolistas y algunos actores que persiguen un cuerpo bello como es el caso de Tom Cruise, Demi Moore, Pamela Anderson, Daniel Craig o Alice Cooper.

La criosauna de cuerpo entero es una práctica habitual desde hace años en algunos países de Europa del Este. De hecho, las criosaunas están muy extendidas en Rusia, Ucrania y Polonia, donde incluso hay saunas de la Seguridad Social que los ciudadanos pueden utilizar diez veces al año.

La crioterapia –y en concreto la criosauna– también es utilizada para adelgazar, llegando a quemar más de 200 calorías en una sola sesión.

Más allá de su utilidad en la lucha contra la obesidad, a nivel estético, la crioterapia sirve también para reducir la celulitis, fortalecer el pelo y las uñas y como efecto antiarrugas, entre otras muchas ventajas, además de ayudar a conciliar el sueño.  Las criosaunas son unas complejas cámaras, con una altura máxima de dos metros y no más de 380 kilos de peso, que exponen al organismo a temperaturas de entre -110 y -196 grados. El tiempo de cada sesión es de entre uno y tres minutos  lo que es suficiente para mejorar nuestros mecanismos de defensa y activar al cien por cien la circulación sanguínea.

Según los especialistas, no duele gracias básicamente a la liberación de endorfinas, lo que produce una sensación de placer y bienestar. Parece que se produce una congelación del cuerpo aunque en realidad es todo lo contrario porque la temperatura interna de nuestro cuerpo debe ser siempre constante, a unos 37 grados. Esa información de frío extremo llega al cerebro y éste despierta todos los mecanismos de defensa para poder preservar todas las funciones de los órganos, lo que entre otras cosas permite aumentar el nivel de flujo sanguíneo.

Cristiano Ronaldo, según publicó recientemente el Mundo, compró una por 45.000 euros y la tiene  en su casa para poder recuperarse de los partidos sin necesidad de desplazarse a la Ciudad Deportiva.